Se cumplen 85 años de la ejecución de Seyit Riza

Ayer, 15 de noviembre, se cumplían 85 años de la ejecución de Seyit Riza en manos del Estado turco.

Se cumplen 85 años de la ejecución de Seyt Riza. Con motivo de este aniversario se han llevado a cabo numerosas conmemoraciones en Dersim y muchas otras cuidades.

Seyit Riza (1863-1937) fue un líder político aleví y zaza-kurdo de la región de Dersim en Kurdistán del Norte o Bakur (hoy parte del Estado turco). Es conocido y recordado en el Movimiento de Liberación del Kurdistán como el líder de la Rebelión de Dersim, un levantamiento militar que tuvo lugar durante los años 1937 y 1938 para protestar contra la opresión del pueblo kurdo por el Estado turco. Esta revuelta fue el 27º levantamiento kurdo desde la creación del Estado turco en 1923 y el último del siglo XX hasta la aparición del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) y el comienzo de su lucha armada en 1984.

La revuelta de Dersim tuvo lugar en la continuidad de los múltiples levantamientos kurdos que siguieron al proceso de formación del Estado-nación turco tras la caída del imperio otomano. Todos estos levantamientos fueron causados por la turkificación del país dirigida por su primer presidente Mustafa Kemal Ataturk. De hecho, desde su llegada al poder en 1923 hasta su muerte en 1928, este último siguió una política represiva de homogeneización al imponer la identidad étnica turca en todos los aspectos de la vida social: desde la lengua que se habla en las calles hasta la lengua que se enseña en las escuelas, desde la educación hasta la vida industrial, desde los comercios hasta los funcionarios del Estado, desde el derecho civil hasta el asentamiento de los ciudadanos en determinadas regiones (señalamos que esta política no cambió en absoluto después y que sigue desarrollándose con la actual política de Erdogan...). Muchas minorías protestaron contra ella, pero todas sus revueltas fueron ahogadas en sangre.

Sin embargo, hasta 1936, la región montañosa de Dersim, conocida por su carácter rebelde (11 revueltas en los últimos 40 años), había sido poco afectada por las campañas de asimilación del Estado turco. Las tribus kurda y zaza que vivían allí rechazaban la autoridad turca y también se negaban a pagar impuestos. Su injerencia fue tal que Ataturk consideró a Dersim como el problema interno más importante del país.

Para poner fin a la resistencia de Dersim, Ataturk nombró al General Abdullah Alpdoğan responsable de la región, dándole la autoridad para exiliar a la gente si alguien se negaba a la asimilación. Para que esto fuera posible, se construyeron varios puestos de observación militar alrededor de Dersim y cada vez más soldados turcos fueron llevados a la región. Se dice que los aviones sobrevolaban Dersim todos los días.

Como la tensión entre los soldados turcos y la población era cada vez mayor, Seyit Reza decidió enviar a uno de sus propios hijos a negociar con el General Alpdoğan para evitar una guerra y proteger a la población y sus derechos. Pero este último mató al emisario. En respuesta a la muerte de su hijo, Seyit Reza decidió llamar a los líderes del clan Dersim y, a principios de 1937, unieron sus fuerzas para contrarrestar el ataque turco. La primera acción fue el ataque a un convoy policial.

El ejército turco, bajo las órdenes directas de Ataturk, intentó quebrar a los rebeldes por la fuerza y envió a más de 25.000 soldados apoyados por bombardeos aéreos. Pero los combatientes de Seyit Riza resistieron ferozmente y se negaron a rendirse. Lucharon tan duro que el ejército turco tuvo que engañarlos para acabar con la resistencia.

En el otoño de 1937, el General Alpdoğan invitó a Seyit Riza a debatir un acuerdo de paz. Cuando Seyit Riza fue allí, fue hecho prisionero junto con su hijo de 16 años y ocho de sus hombres. Una acción tan traicionera era tan inconcebible en las reglas de honor y tradición de la época que se dice que Seyit Riza sólo escupió las siguientes palabras:

¡Gobierno sin honor y engañoso!

Después de ocho días, todos fueron colgados. Antes de su ahorcamiento, las últimas palabras de Seyit Riza fueron las siguientes:

“Ahora tengo 75 años. Caeré sehid (mártir, en kurdo) y me uniré a los sehid (mártires) del Kurdistán. Dersim perdió, pero los kurdos y el Kurdistán ganarán. La juventud kurda se vengará por mí. Así morirán los hombres crueles, así morirán los hombres viles y engañosos”.

Después de su muerte, la resistencia continuó durante un año más. Pero la atrocidad de la represión que se abatió sobre Dersim, donde hombres, mujeres y niños fueron masacrados por soldados turcos, puso fin a las tropas rebeldes. Según informes oficiales, más de 10.000 civiles fueron masacrados y más de 11.000 fueron llevados al exilio, lo que despobló la provincia. Muchos rebeldes que se rindieron fueron ejecutados y mujeres y niños fueron quemados vivos. Un total de 40.000 kurdos y kurdas fueron asesinados.

* Texto recopilado por la Comuna Internacionalista.