Un humo blanco se eleva por encima de las regiones de resistencia Zap. Las nubes, el sol, la lluvia torrencial y los pájaros mirando están entre los testigos. Los túneles de resistencia de Zap emiten humo blanco. Este humo que se acumula y oscurece el cielo en Kurdistán no es causado por el fuego de la guerrilla ni por el de un picnic de los aldeanos en las montañas. Esta niebla blanca y apestosa es el arma química que utiliza el ejército invasor fascista turco contra la guerrilla, la esperanza del pueblo kurdo.

¡Es químico! El tipo de veneno que quema a las personas, oscurece sus pulmones, las disuelve y las mata. Ese gas tóxico que mata lenta e inadvertidamente, envuelve todo el cuerpo en un olor fétido, y es peor que el tormento físico. En la industria química, es un arma que todo el mundo considera legal para estar fuera de la ley pero utilizada solo contra el pueblo kurdo.

Siempre se ha empleado contra la guerrilla YJA Star y HPG, las fuerzas de defensa del pueblo kurdo, pero el uso de armas químicas en la resistencia, que comenzó con Cenga Heftanîn en 2020 y continuó con Zap durante más de 15 días, debería servir como una llamada de atención a toda la humanidad. ¿Es legal que un régimen fascista emplee esta arma, ilegal y difícil de usar en todas partes, para masacrar a los niños de toda una nación con el pretexto de protegerse? ¿Son las guerrillas, el honor de Kurdistán, consideradas dignas del humo blanco que se eleva desde los túneles de batalla de Zap y las posiciones de resistencia, en los días en que todos los pueblos celebran la festividad? ¿Qué fe, cultura o ley de guerra te permite causar devastación en nombre de un ciudadano europeo con un dedo sangrante mientras guardas silencio sobre las muertes de guerrilleros por químicos?

No solo la guerrilla, ni los comandantes guerrilleros, sino todos debemos rechazar esto y salir a la calle. Sentir un sentido de pertenencia a la humanidad, actuar con unidad, elegir lo que es moral y concienzudo, y descubrirse y configurarse como honorable debe incitar a la ira contra los invasores. Así como Zap se enfurece por la mentalidad que explota a su propia gente, nosotros debemos escupir rabia y convertir cada lugar en un campo de batalla. Usted puede preguntarse por qué. Zap representa a todos con honor.

Zap está resistiendo en nuestro nombre, en nombre de todos y de todo. Incluso durante los momentos más atroces de la guerra, están recorriendo las páginas de una historia gloriosa. Zap está resistiendo en honor de los valientes que lo resucitaron con su sangre hace años. Está luchando por los grandes guerreros de Ali Pılling, el arquitecto táctico de las HPG. Se opone en nombre de salvar Kurdistán, de defender los valores adquiridos y dignos del pueblo kurdo. Está luchando contra un ejército fascista de un estado que ni siquiera puede recuperar los cadáveres de sus propios soldados.

Zap se resiste al KDP, que pretende ser kurdo y se postula por traición, en nombre de los opresores, los fascistas y la negación de la humanidad. Es resistir porque resistir al KDP te convierte en un kurdo honorable en el siglo XXI. Sus oídos no escuchan las campanadas de libertad ni los gritos de libertad. Por lo tanto, es mejor aportar el término a la resistencia que decirle algo al KDP y contaminar la palabra. Por supuesto, esto se logra no solo luchando, sino también viviendo con dignidad; sin ser barato, y sin intentar la falsedad... Ser hijo de un pueblo que lideró un levantamiento e insistió en la libertad requiere perseverancia en esta vida hasta el final.

Al crecer como una persona honorable, no haces concesiones en tu libertad. La venganza de Zendura, Mamreşo, Werxelê y Hill Sor requiere una oposición inquebrantable. Ser Cumali, Çavre, Hejar, Zinarîn, Botan, Kurtay, Çekdar, Şaristan, Zîlan y camarada de Sîdar nos susurra esto. Convirtiendo este susurro en sonoridad, ira y voluntad, la guerrilla lucha. Esto se demuestra mejor con las guerrillas YJA Star y HPG. Zap dice que "Podría haber una incursión en Zap, pero no un triunfo". Zap se resiste para defender la patria de Kurdistán.