Tras sufrir una dura derrota contra las fuerzas guerrilleras en las zonas de defensa de Medya en la región del Kurdistán iraquí, el Estado turco lanzó una brutal campaña a gran escala el 12 de enero, dirigida a instituciones estratégicas, estaciones de agua, silos de trigo, instalaciones eléctricas y campos petrolíferos, e infraestructura civil en el norte y el este de Siria. El Estado turco ocupante, que obliga a la gente a migrar y cambiar la estructura demográfica de la región, continúa con sus ataques genocidas. En este contexto, miles de ciudadanos se quedaron sin agua como consecuencia de ataques selectivos contra las principales instituciones del distrito de Ain Issa. Tras la ola de ataques, las estaciones de agua potable de Hîşe, Abû Sosê, Eyn Îsa, Zahîre Muxelet y Bexdîk quedaron fuera de servicio.
Estas estaciones de agua están conectadas a la central eléctrica de Ayn Issa, que fue uno de los objetivos de los ataques turcos. A raíz de los violentos ataques, las estaciones de agua quedaron fuera de servicio y miles de ciudadanos se quedaron sin agua.
En declaraciones a ANHA, Sena El Elî, co-presidente de la Dirección del Agua de Ayn Issa, señaló que las turbinas de agua potable quedaron fuera de servicio como consecuencia del bombardeo de la principal central eléctrica del distrito. Precisó que 19 mil personas que viven en 275 aldeas y en el centro del distrito no tienen acceso al agua potable.
Sena El Elî dijo que actualmente los ciudadanos obtienen agua de pozos subterráneos y canales de riego, lo que es muy costoso.
Sena El Elî añadió que es necesario reparar la principal central eléctrica para restablecer el suministro de agua en la región.