435 personas fueron secuestradas en Afrin ocupada por Turquía en 2023

Según el Centro de Documentación Criminal, las fuerzas de ocupación han secuestrado a 435 personas en Afrin desde principios de 2023.

El Estado turco y su ejército reclutado del ISIS y sus afiliados están cometiendo crímenes contra la humanidad en Afrin, que ocuparon en 2018. Según la declaración hecha por el Centro de Documentación Criminal el viernes, el Estado turco y sus grupos han secuestrado a 435 ciudadanos en la ciudad desde principios de año.

En los últimos días, seis personas más han sido secuestradas por grupos en diferentes partes de Afrin.

El Centro de Documentación sobre Delitos indicó que los grupos a menudo asaltaban casas, derribaban puertas y cometían robos mientras secuestraban a los residentes.

Entre las 435 personas secuestradas se encontraban niños y 180 civiles enfermos que necesitaban tratamiento urgente.

El cantón de Afrin era el más occidental de Rojava y del norte y este de Siria, hogar de 200.000 personas de etnia kurda. Aunque la población era abrumadoramente kurda, albergaba diversos grupos religiosos, incluidos yazidíes, alauitas y cristianos, además de musulmanes suníes.

El 20 de enero de 2018, Turquía lanzó ataques aéreos contra 100 lugares en Afrin, como inicio de una invasión que denominaron “Operación Rama de Olivo”.

La Fuerza Aérea Turca bombardeó indiscriminadamente a civiles, así como a posiciones de las YPG/YPJ, mientras que facciones y milicias organizadas bajo el paraguas del Ejército Nacional respaldado por Turquía llevaron a cabo un asalto terrestre.

El 15 de marzo, las milicias respaldadas por Turquía habían rodeado la ciudad de Afrin y la habían sometido a bombardeos de artillería. Un ataque aéreo turco alcanzó el único hospital en funcionamiento de la ciudad y mató a 16 civiles.

Los civiles huyeron y las SDF se retiraron, y el 18 de marzo Turquía ocupaba Afrin de facto. Entre 400 y 500 civiles murieron en la invasión, en su abrumadora mayoría como resultado de los bombardeos turcos. Otros civiles fueron ejecutados sumariamente en el campo.

Antes de la invasión turca, Afrin había sido una de las zonas más pacíficas y seguras de Siria, y prácticamente nunca había visto combates durante la guerra civil, salvo escaramuzas ocasionales entre las YPG/YPJ y las fuerzas yihadistas en sus fronteras. Como resultado, Afrin ofreció refugio pacífico a más de 300.000 desplazados internos de otras partes de Siria.