El estado turco y sus bandas mercenarias aliadas continúan los robos, saqueos, violaciones y todo tipo de ataques inhumanos, desde el día de invasión a Afrin. Miles de hogares de familias han sido confiscados hasta la fecha, incluyendo el hogar y todas las posesiones del último armenio que todavía vivía en Afrin, Harut Kivork.

La familia de Harut Kivork es uno de los cientos de miles que se vieron obligados a emigrar a Afrin en 1915 durante el genocidio armenio del Imperio Otomano. Han vivido en Afrin desde entonces, y Kivork se había estado ganando la vida en una tienda de metal, que fue confiscada junto con su hogar por las bandas aliadas del estado turco.

La casa de Kivork en la carretera de Jindires se convirtió en una mezquita y se llamó Al Farooq.

Kivork emigró a Alepo debido a la tortura y la presión de las bandas mercenarias fundamentalista que están en Afrin desde la invasión del estado turco.