Ankara y Damasco bloquean las entregas de ayuda de la AANES

La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria acusa a Ankara y Damasco de bloquear las entregas de ayuda a la población afectada por el terremoto en Siria, y exige la apertura de todos los pasos fronterizos.

La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) ha acusado a los gobiernos de Ankara y Damasco de bloquear las entregas de ayuda a las zonas afectadas por el terremoto en Siria. Un convoy de ayuda formado por unos 100 vehículos, entre ellos decenas de camiones cisterna con combustible, así como camiones con alimentos, agua potable, medicamentos y ropa de abrigo, espera actualmente en el pueblo de Umm al-Julud, entre Manbij y Jarablus, a que se le permita cruzar la frontera informal entre la región autónoma y la zona ocupada por Turquía en el norte de Siria, según declaró ayer jueves en Raqqa la presidenta del Consejo Ejecutivo de la AANES Bêrîvan Xalid. La política kurda exigió acceso sin trabas a la zona del terremoto sirio. “La ayuda que necesita urgentemente la población civil debe llegar a las víctimas del terremoto de forma rápida y directa, independientemente de las diferencias políticas e ideológicas o de los intereses relacionados con la guerra”, afirmó, añadiendo: "La ayuda de emergencia no debe politizarse".

Mientras tanto, el número total de muertos tras el devastador terremoto en la región fronteriza turco-siria se ha elevado a casi 20.000 entre ambos países. Sólo en Turquía, más de 15.000 personas han muerto y más de 70.000 han resultado heridas. En Siria, más 3.000 personas han muerto y más de 5.000 han resultado heridas. El seísmo, de magnitud 7,8 y epicentro en la provincia kurda de Maraş, sacudió la región fronteriza entre Turquía y Siria a primera hora del lunes. Se teme que el número de víctimas siga aumentando en tanto que todavía hay miles de desaparecidos y desaparecidas.

En Siria, cinco provincias se vieron afectadas por el seísmo: Idlib, controlada por mercenarios yihadistas; la región de Afrin, ocupada por Turquía; y las zonas en torno a Alepo controladas por el régimen de Assad. El seísmo fue algo menos devastador en las tres provincias de Latakia, Tartus y Hama, también bajo control del régimen sirio.

En Afrin, el distrito de Jindires fue golpeado con especial dureza. Los equipos de rescate del Estado turco están buscando a personas atrapadas allí. Sin embargo, se ocupan principalmente de los familiares atrapados de los mercenarios yihadistas que se asentaron allí tras la ocupación hace cinco años, mientras que la población original está desatendida. Lo mismo ocurre con la atención médica a los heridos y heridas en los hospitales de la zona ocupada por Turquía.

En los distritos autónomos de Sheikh Maqsoud y Ashrafiyah, en el norte de Alepo, seis personas murieron a causa del terremoto del lunes, entre ellas varios menores. Por temor a réplicas, 1.200 familias han huido a la región de Shehba, donde viven desde 2018 cientos de miles de desplazadas y desplazados internos de Afrin. Están siendo atendidos por AANES en campamentos de acogida y en aldeas del distrito de Sherawa, que aún no está totalmente ocupado por Turquía. Sin embargo, la situación humanitaria en Shehba es extremadamente precaria desde hace meses debido a un embargo impuesto por el régimen de Assad. Parte de la ayuda humanitaria retenida en Manbij también debería llegar allí.

Mientras tanto, la AANES ha reiterado su llamamiento a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que trabaje por la apertura inmediata de todos los pasos fronterizos con Siria. "La comunidad internacional debe influir en los gobiernos de Ankara y Damasco para que abran más pasos fronterizos lo antes posible y garanticen que la ayuda que se necesita con urgencia llega a la población de la zona siniestrada", ha declarado Bêrîvan Xalid. “En particular, el paso fronterizo sirio-iraquí de Til Koçer (Al-Yarubiyah) debe abrirse de inmediato para las entregas de ayuda humanitaria”, subrayó.

El paso fronterizo de Til Koçer, controlado por el ejército iraquí, fue cerrado en 2018 ante la insistencia de Rusia por decisión del Consejo de Seguridad de la ONU. Incluso ahora, el régimen de Assad y Rusia, como potencia protectora de Siria, bloquean la apertura de los pasos fronterizos. Bab al-Hawa es el único paso fronterizo abierto de Turquía a Siria de los cuatro originales. Hoy han cruzado la frontera seis camiones con ayuda de las Naciones Unidas. Sin embargo, se trata de entregas de ayuda que ya estaban previstas antes del terremoto y que sólo se vieron retrasadas por éste.

Mientras tanto, la Media Luna Roja Kurda (Heyva Sor a Kurd) y la Junta Sanitaria de la Región del Éufrates prestan servicios sanitarios a la población de Kobanê en tiendas de campaña.

Cada uno de los 6 equipos sanitarios organizados por la Junta Sanitaria de la Región del Éufrates cuenta con personal médico especializado en enfermedades internas, corazón y de pediatría. Se han asignado tres ambulancias a Heyva Sor Kurd y otras seis a la Junta de Salud para atender a los ciudadanos y ciudadanas.

Mientras los equipos de emergencia ayudan a la población con escasas posibilidades y los medicamentos proporcionados por la Junta de Salud, ninguna organización humanitaria ha entregado ayuda a la región hasta el momento.

Nihad Çol Beg, miembro del servicio de emergencia de la Junta de Salud de la región del Éufrates, declaró: "Estamos movilizados desde el primer día del terremoto. El personal médico está preparado para situaciones de emergencia y para proteger a la población. Desgraciadamente, ningún Estado u organización nos ha ayudado hasta ahora".

Çol Beg añadió: "Seis equipos médicos están revisando las tiendas por la noche. Cada equipo está formado por personal médico especializado en enfermedades internas, corazón, ginecología y pediatría. Los enfermos y enfermas están siendo atendidos en ambulancias".

La Administración Autónoma de la Región del Éufrates ha instalado seis tiendas de campaña en Kobanê para prestar servicios sanitarios tras el terremoto en la región. El terremoto causó tres heridos en Kobanê y 57 en el Norte y el Este de Siria.

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