Los gobiernos de Damasco y Ankara están objetivamente enfrentados. Turquía ocupa partes del norte de Siria y ha habido repetidos enfrentamientos entre las tropas turcas y sirias desde 2011. Sin embargo, cuando se trata de debilitar las zonas de la Administración Autónoma en el norte y el este de Siria, el régimen y Turquía parecen actuar al unísono. Así lo demuestra, entre otras cosas, el hecho de que Damasco haya hecho, como mucho, ligeras declaraciones de condena sobre la ocupación turca de Cerablus, Serêkaniyê, Azaz, al-Bab y Afrin. A nivel internacional, Siria no ha dado ningún paso. Esto se considera un indicio de acuerdos secretos entre los gobiernos turco y sirio.
En una entrevista con la agencia de noticias ANHA, Lina Berekat, coordinadora general del Consejo de Mujeres Sirias, se refirió a una política conjunta de los regímenes de Ankara y Damasco para cambiar la estructura demográfica de la región y la situó en el contexto de la política antikurda del gobierno sirio lanzada por Damasco en 1963, el llamado "cinturón árabe" a lo largo de la frontera entre Dêrik y Girê Spî (Tall Abyad). En el marco de esta política, se introdujeron en la región innumerables colonos árabes, privilegiados frente a la población kurda. Al mismo tiempo, muchos kurdos fueron despojados de su ciudadanía.
"Nadie puede escapar del caos"
Aunque Damasco lo niegue repetidamente, la prensa estatal turca informa de la "cooperación en materia de seguridad" entre los dos Estados oficialmente enemigos.
En una declaración de principios de mayo, el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlüt Çavuşoğlu, habló abiertamente de esta cooperación. Ya en septiembre de 2021, la parte turca hablaba de "cooperación en materia de seguridad" con Damasco. Damasco negó entonces estas declaraciones. En la práctica, sin embargo, resultó que el régimen de Damasco evidentemente había llegado a acuerdos con Ankara. Sin embargo, estos acuerdos podrían representar un "abrazo mortal" para Siria, ya que aparentemente Turquía planea perpetuar su ocupación y anexionar partes de Siria. En vista de ello, Lina Berekat advirtió: "Si Siria se divide, afectará a todo Oriente Medio. Nadie podrá escapar del caos".
"Los ataques a Kobanê han aumentado"
Respecto a la situación actual, Berekat dijo: "El Estado turco ocupante lleva mucho tiempo intentando penetrar en el norte de Siria. Los ataques contra la ciudad de Kobanê, que hizo historia por su resistencia al ISIS y otras organizaciones radicales, han aumentado recientemente. Estos ataques pretenden destruir la paz en la región y sumir a la población en el caos. El Estado turco ha desempeñado un papel belicista en Siria desde que comenzó el conflicto en 2011. El Estado turco ha llevado a cabo numerosos ataques en la región. Ocupó muchas regiones y obligó a su población a huir". Berekat advirtió que el Estado turco persigue el objetivo de destruir la Administración Autónoma y el proyecto democrático en la región. El Estado turco no quiere la paz en la región y está atacando las zonas con el pretexto de la seguridad fronteriza. Esta política representa una situación de peligro para el pueblo de Siria.
"La revolución de las mujeres está en peligro"
Berekat señaló el carácter sexista de los ataques y del régimen de ocupación: "En los territorios ocupados y otras regiones, son principalmente las mujeres las que son atacadas. Los crímenes contra las mujeres y los pueblos de Siria han alcanzado ya una grave dimensión. Por esta razón, los pueblos de la región, su organización y la revolución de las mujeres están en peligro." Los drones y los grupos mercenarios turcos han asesinado repetidamente a miembros del movimiento de mujeres. En los territorios ocupados se aplican normas que a menudo hacen imposible que las mujeres salgan de sus casas. Mercenarios yihadistas con la ideología del ISIS gobiernan las calles allí. Una y otra vez, las mujeres son secuestradas, sufren graves violencias o son torturadas hasta la muerte.
Berekat señaló a los grupos mercenarios islamistas y de extrema derecha utilizados por Turquía como fuerzas de infantería y de ocupación y advirtió de que las ambiciones de Turquía van mucho más allá de Siria. Se trata de ocupar Irak y los demás países de la región y construir un nuevo Imperio Otomano.
"El genocidio cultural es un crimen de guerra"
El Estado turco dijo que iba a asentar a más de un millón de refugiados de diversas regiones de Siria en los territorios ocupados del norte y el este del país. Los refugiados se alojan en asentamientos especialmente construidos y en las casas de la población desplazada. Berekat subrayó que la expulsión y el cambio demográfico constituyen el delito de "genocidio cultural" y concluyó: "La población siria no puede seguir tolerando esta crisis. Debe desarrollarse un proceso de diálogo político para que la crisis se resuelva lo antes posible y los refugiados puedan regresar a sus regiones de origen."