El mes pasado, al no poder extender la autorización transfronteriza, después de que los miembros permanentes de China y Rusia vetaran un proyecto de resolución y no obtuvieran suficiente apoyo para su propia medida de oposición, el Consejo se enfrentó a una fecha límite de la medianoche del viernes para el vencimiento de su mandato de seis años, junto con la posibilidad de otro voto de "no" de Rusia.
Los patrocinadores de la resolución, Alemania, Bélgica y Kuwait, presionaron por la entrega continua de ayuda a través de dos puntos de cruce fronterizo en Turquía y uno en Irak. Pero la resolución competitiva de Rusia, el aliado más cercano de Siria en el Consejo, abogó por el cierre del cruce de Al Yarubiyah en Irak.
Con 11 votos a favor, 0 en contra y cuatro de sus miembros permanentes en abstención (China, Rusia, Estados Unidos y Reino Unido), el Consejo volvió a autorizar sólo dos de los cuatro cruces fronterizos existentes (Bab al-Salam y Bab al -Hawa en Turquía) por un período de seis meses (en lugar de 12), mientras que deja de lado la reautorización para el uso de cruces en al-Ramtha (Jordania) y Al Yarubiyah (Iraq).
Luqman Ehmê, portavoz de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria, señaló que esta decisión se basó en un acuerdo entre Rusia y Turquía: "Rusia ha explotado su posición como poder de veto. Ninguno de los dos estados está preocupado por la ayuda humanitaria en Siria, solo sobre sus propios intereses".
Con respecto a los efectos de la decisión de la ONU sobre el norte y el este de Siria, Ehmê dijo: "Esta decisión no es en beneficio de las personas y los refugiados. Me gustaría recordar que el año pasado llegaron a la región solo treinta vehículos con ayuda humanitaria. Esta cantidad no tiene relación con la enorme cantidad de refugiados en la región y las necesidades de la población local. No tiene ningún efecto logístico".
Según Ehmê, la administración autónoma espera apoyo humanitario para las personas, desde Estados Unidos y los países occidentales: "Recientemente escribimos a la ONU pidiendo una expansión de la ayuda humanitaria. Desafortunadamente, la política internacional lo ha impedido".
Ehmê agrega también con énfasis: "Sin embargo, la suspensión de las entregas de ayuda no significa una gran diferencia para la población de la región. La administración autónoma continuará cumpliendo con su tarea. Por supuesto, esperábamos apoyo y esperábamos que los cruces fronterizos fueran utilizados en interés del pueblo sirio. El hecho de que los cruces fronterizos ahora se están utilizando para suministros de ayuda controlados por los turcos y por los milicianos pro-turcos de al-Nusra y el ISIS obviamente no es bueno".