El Estado turco invasor y sus mercenarios siguen atacando el Norte y el Este de Siria. La comunidad internacional, por su parte, guarda silencio ante estos ataques. El Estado turco bombardea diariamente Ayn Issa y Shehba. El último objetivo del ejército turco fue la casa donde se alojaba Abdullah Öcalan cuando cruzó a Rojava en 1979.

Aunque el Estado turco firmó un acuerdo de alto el fuego con Rusia y Estados Unidos, sigue llevando a cabo ataques. Los políticos del Norte y el Este de Siria condenan estos ataques y piden a la comunidad internacional que cumpla con sus responsabilidades.

La integrante del Comité Ejecutivo del PYD Bêrivan Hesen afirmó que el Estado turco atacó el pueblo de Elpelur porque tiene miedo de los pensamientos de Abdullah Öcalan, y añadió: “Öcalan fue hecho prisionero hace 22 años como resultado de una conspiración internacional. Lleva años luchando bajo un fuerte aislamiento. El Estado turco viola todas las leyes internacionales con el aislamiento que aplica y los ataques que lleva a cabo. Sin embargo, a pesar de ello, las organizaciones internacionales guardan silencio”.

Señalando que los gobiernos internacionales deberían adoptar una postura seria contra los crímenes cometidos por el Estado turco, Bêrivan dijo: “La comunidad internacional ve los crímenes que lleva a cabo el Estado turco. La comunidad internacional guarda silencio y apoya estos crímenes. Queremos que esta actitud termine”.