Cuatro estudiantes fueron secuestrados en Afrin, ocupada por Turquía

El Estado turco y su ejército reclutado entre el ISIS y sus afiliados continúan cometiendo crímenes contra la humanidad en Afrin, que ocuparon en 2018.

Cuatro estudiantes fueron secuestrados en Afrin. El Estado turco y su ejército reclutado entre el ISIS y sus afiliados continúan cometiendo crímenes contra la humanidad en Afrin, que ocuparon en 2018.

Según fuentes locales, el Estado turco y sus grupos secuestraron a cuatro estudiantes en el distrito de Mabata de Afrin.

Los estudiantes secuestrados fueron identificados como Farhad Henîf Mihemed de la aldea Qenter de Mabata, Gîvara Îbrahîm Mihemed, Mihemed Elî Cemkê y Mihemed Ridwan Mistefa de la aldea de Ereba.

Según la Organización Siria de Derechos Humanos de Afrin, las fuerzas de ocupación mataron al menos a cuatro personas, secuestraron a otras 27 y talaron 800 árboles en Afrin en febrero.

En enero, cuatro personas fueron asesinadas y 50, entre ellas mujeres y niños, fueron secuestradas.

Antecedentes

El cantón de Afrin era el más occidental de Rojava y del norte y este de Siria, hogar de 200.000 personas de etnia kurda. Aunque la población era abrumadoramente kurda, albergaba diversos grupos religiosos, incluidos yazidíes, alauitas y cristianos, además de musulmanes suníes.

El 20 de enero de 2018, Turquía lanzó ataques aéreos contra 100 lugares en Afrin, como inicio de una invasión que denominaron "Operación Rama de Olivo".

La Fuerza Aérea Turca bombardeó indiscriminadamente a civiles, así como a posiciones de las YPG/YPJ, mientras que facciones y milicias organizadas bajo el paraguas del Ejército Nacional respaldado por Turquía llevaron a cabo un asalto terrestre.

El 15 de marzo, las milicias respaldadas por Turquía habían rodeado la ciudad de Afrin y la habían sometido a bombardeos de artillería. Un ataque aéreo turco alcanzó el único hospital en funcionamiento de la ciudad y mató a 16 civiles.

Los civiles huyeron y las SDF se retiraron, y el 18 de marzo Turquía ocupaba Afrin de facto. Entre 400 y 500 civiles murieron en la invasión, en su abrumadora mayoría como resultado de los bombardeos turcos. Otros civiles fueron ejecutados sumariamente en el campo.

Antes de la invasión turca, Afrin había sido una de las partes más pacíficas y seguras de Siria, y prácticamente nunca vio combates durante la guerra civil, salvo escaramuzas ocasionales entre YPG/YPJ y fuerzas yihadistas en sus fronteras. Como resultado, Afrin ofreció refugio pacífico a más de 300.000 desplazados internos de otras partes de Siria.