El 3 de mayo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que estaban listos para presentar un proyecto y reasentar a un millón de refugiados sirios en Afrin, Azaz, al-Bab, Jarablus, White Hill y Serêkaniyê.
El Comité de Inmigrantes de Serêkaniyê emitió una declaración sobre las políticas estatales turcas para cambiar la estructura demográfica de las regiones que ha ocupado en el noreste de Siria.
El Comité presentó un documento oficial sobre el tema a la Oficina de Migración de la ONU en la ciudad de Qamishlo.
La declaración fue leída frente a la oficina de la ONU en árabe, kurdo e inglés por los miembros del Comité de Inmigrantes, Reyan Exte, Rîhan Xelîl y Lîlav Şêxmûs.
“El silencio de la comunidad internacional hacia el establecimiento de casas coloniales en las regiones ocupadas muestra su incumplimiento de sus responsabilidades legales y humanitarias”, indicó el comunicado.
La declaración remarcó que el AKP ha estado tratando de aprovechar los cambios en el Medio Oriente desde el día en que llegó al poder en 2002. “Turquía ha apoyado a los movimientos extremistas de la Hermandad y a las organizaciones terroristas y les ha brindado apoyo militar, logístico y político. Por lo tanto, Turquía ha intervenido en algunas regiones para anexar las tierras de los países vecinos a su propio territorio y ha establecido bases militares en algunos países vecinos”, denunció.
“El plan de Turquía se está ejecutando ante los ojos del mundo tras la ocupación de 9 mil kilómetros de territorio sirio”, señaló el comunicado.
Además, señaló que el estado turco tiene como objetivo anexar las regiones que ha ocupado al territorio turco a través del proyecto de casas coloniales. Señaló que Turquía quiere omitir estas regiones del archivo sirio en futuros acuerdos cambiando su historia y estructura demográfica.
Condenando las políticas de cambio demográfico, la declaración definió la politización del tema de las y los refugiados para obtener ganancias políticas y legitimar la ocupación en estas regiones como un paso peligroso.
El comunicado hizo un llamado a la comunidad internacional, Estados Unidos, Rusia y organizaciones internacionales para detener este proyecto colonial que perpetúa el colonialismo, destruye la paz y la población local, impide el regreso de los refugiados y allana el camino para un futuro conflicto interno en la región.