Las fuerzas de ocupación ejercen un régimen de terror sobre la región de Afrin. La población civil está a menudo a merced de desplazamientos y secuestros sin protección. Los secuestros forman parte de la política de la ocupación para expulsar a la población kurda y también sirven para financiar a los mercenarios mediante la extorsión de los rescates.

Según informes procedentes del lugar, las bandas de Ahrar al-Sharqiya, afiliadas a Turquía, han secuestrado a dos civiles de los pueblos de Moseko y Hec Xelil, en el distrito de Rajo.

Se desconoce el paradero de los civiles secuestrados, identificados como Nezir Mihemed Tobal y Selah Osman.

Cada día se secuestran civiles

Se ha establecido un régimen de terror y opresión en Afrin, que está bajo la ocupación turca desde marzo de 2018. Crímenes como el secuestro, la ejecución, la tortura, el saqueo y la migración forzada se han convertido en rutina diaria en la ciudad, donde los crímenes de guerra son frecuentes.

Desde principios de septiembre, los civiles han sido secuestrados en Afrin casi a diario. Las organizaciones de derechos humanos aún no han publicado un informe sobre el tema, pero fuentes locales revelan que decenas de personas han sido secuestradas.

Según la Organización de Derechos Humanos de Afrin, las fuerzas de ocupación secuestraron al menos a 101 personas en Afrin entre el 29 de julio y el 23 de agosto.  17 de ellas eran mujeres y 3 eran niños.

La organización dijo que el Estado turco y sus mercenarios piden rescate por los civiles que secuestraron y su objetivo es completar el cambio demográfico desplazando a la población local.