El 17 de octubre, dos mujeres de la aldea de Birîmce en el distrito de Mabata de Afrin fueron secuestradas por las tropas del régimen de ocupación turco. Las mujeres kurdas de 28 y 33 años fueron trasladadas a un lugar desconocido. Hace apenas una semana, Nemat Bahjat Sheikho, de 32 años, se desangró hasta morir después de ser torturada en la sede del servicio de inteligencia turco. Se desconocen la situación de su marido, que había sido secuestrado con ella.

El estado turco, con sus grupos de yihadistas y extremistas de derecha, estableció un régimen de terror sobre Afrin que ocuparon en marzo de 2018. Los secuestros, saqueos y desplazamientos han estado a la orden del día desde entonces. Solo en los últimos dos meses, se han registrado más de 300 secuestros en Afrin, y 25 de las personas secuestradas eran mujeres. Al menos seis civiles murieron.

Durante el período comprendido entre el 29 de julio y el 23 de agosto, la Organización de Derechos Humanos de Afrin registró 101 secuestros, 17 eran mujeres. Además, tres menores se encontraban entre los secuestrados. A menudo, los secuestrados son llevados a cámaras de tortura administradas por mercenarios o el MIT y liberados después de pagar rescates. Sin embargo, los secuestrados son torturados repetidamente hasta la muerte y sus cuerpos arrojados en campos u otros lugares. Esto crea un clima de terror y aleja a la población kurda.

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