Dos niños han muerto en un incendio en el campamento de Erîşa para personas desplazadas en el noreste de Siria. El fuego se desató ayer en la tienda de campaña de una familia árabe de Deir ez-Zor y probablemente fue provocado por la explosión de un horno de gas. Los dos hermanos, un bebé de cinco meses y una niña de un año y medio, sufrieron quemaduras graves. Los llevaron a un centro de salud dirigido por la organización de la Media Luna Roja Kurda (Heyva Sor a Kurd), pero sucumbieron allí a causa de sus heridas.
El cuerpo de bomberos acudió rápidamente al lugar y extinguió el fuego antes de que las llamas pudieran extenderse a otras tiendas. Los investigadores ahora deben aclarar cómo pudo haber comenzado exactamente el incendio. Equipos de ONG activas en el campamento brindan apoyo psicológico a los padres de los niños y los ayudan a trasladarse a un nuevo alojamiento.
El incendio no fue una sorpresa. Los mismos estallan una y otra vez en los campamentos de desplazados internos en la región autónoma del norte y este de Siria, algunos de los cuales son mortales. Las y los refugiados tienen que calentarse con fogatas en invierno y cocinar con quemadores de gas. En algunas áreas, la brigada de bomberos a menudo tiene problemas para extinguir los incendios porque Turquía usa el agua como arma de guerra y restringe regularmente el flujo del Éufrates masivamente a través de sistemas de presas.