Dos coches fueron bombardeados el miércoles por drones turcos cerca de Qamishlo, en la región autónoma del norte y este de Siria. Según las primeras informaciones, se registraron heridos. Los ataques aéreos tuvieron lugar en la carretera entre Qamishlo y Tirbespiyê, en la localidad de Til Meruf.

Hoy por la mañana, un dron turco armado atacó una instalación de servicios civiles en Rimêlan, en el cantón de Qamishlo, provocando también heridos. El lunes por la tarde, numerosos civiles, entre ellos mujeres y niños, resultaron heridos en una agresión de grupos mercenarios comandados por Turquía en la aldea de Awn-Dadat. Fueron ingresados ​​en varios hospitales, algunos con heridas graves.

En la región autónoma del norte y este de Siria, la gente muere repetidamente como resultado de los ataques con aviones no tripulados llevados a cabo por Turquía en violación del derecho internacional. Los mismos están dirigidos contra representantes de las estructuras administrativas autónomas, miembros de unidades de combate y la población civil y son perpetrados por drones que viajan sin oposición en el espacio aéreo sirio controlado por Estados Unidos y Rusia. La comunidad internacional está ignorando la guerra de aviones no tripulados antikurdos de Turquía, que comenzó en junio de 2020 con el asesinato de tres representantes de la organización coordinadora de mujeres Kongra Star, en Kobanê. Desde entonces, el Estado turco invasor ha llevado a cabo más de 200 ataques más con aviones no tripulados. Uno de estos mató al comandante de las SDF, Ferhad Dêrik, a finales de octubre. 

El Estado turco también utilizó drones asesinos durante una ofensiva aérea entre el 4 y el 10 de octubre, que provocó la destrucción del ochenta por ciento de la infraestructura en el norte y el este de Siria. Casi medio centenar de personas murieron en los ataques y decenas más sufrieron heridas, algunas de ellas de gravedad. El terrorismo turco con drones también continúa cobrándose vidas en el sur del Kurdistán (norte de Irak).