Ebdullah denuncia que Turquía tiene a un millón de personas sin agua

Semar Ebdullah, copresidente del Consejo del Cantón de Hesekê, denuncia que el Estado turco, que tiene a un millón de personas sin agua, lleva a cabo crímenes contra la humanidad utilizando las necesidades básicas de la gente como arma.

El toque de queda, anunciado el 23 de marzo por la epidemia del coronavirus, continúa en las regiones del nordeste de Siria.

Según fuentes de la Administración Autónoma, el 80% de la gente local permanece confinada en casa cumpliendo con este toque de queda. Las medidas tomadas en la región a causa del virus también han sido incrementadas.

El copresidente del Consejo del Cantón de Hesekê, Semar Ebdullah, ha hablado con ANF sobre las medidas tomadas durante el coronavirus y los problemas causados a la población con la decisión del Estado turco y sus mercenarios de cortar el suministro del agua a un millón de personas.

Ebdullah ha hecho un llamamiento a la gente que vive en las regiones del cantón de Hesekê (Şedade, Hall, Hesêkê, Til Temir, Amûdê, Dirbesiyê) a cumplir con las decisiones tomadas por la Administración Autónoma.

Recordando que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de que la epidemia se ha propagado rápidamente por todo el mundo, la Administración Democrática del Norte y el Este de Siria declaró un toque de queda para frenar la epidemia.

Ebdullah ha declarado: “El coronavirus se propaga rápidamente por todo el mundo. La Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria ha declarado un toque de queda cautelar para frenar la epidemia. Todo el mundo debería cumplir con esta decisión tomada para proteger la salud pública. Todo el mundo debería tomar precauciones y hacer lo posible por evitar que la epidemia se propague por todo el nordeste de Siria”.

Haciendo un llamamiento a la gente para que permanezca en casa “con el fin de proteger a sus familiares y a toda la sociedad”, Ebdullah ha añadido: “Nuestra gente no debería salir de casa excepto por necesidad. Nuestro deber principal es proteger a nuestro pueblo”.

Refiriéndose a las medidas tomadas en el cantón de Hesekê, Ebdullah ha explicado que tienen dos fases: la primera para limpiar y desinfectar los edificios públicos y las zonas más concurridas, y la segunda para limpiar y desinfectar las calles y los vecindarios.

“El cantón de Hesekê ha llevado a cabo trabajos de limpieza y desinfección en toda la ciudad por medio del Ayuntamiento. Pero las desinfecciones continúan en todas las regiones del cantón. Estamos distribuyendo desinfectantes antibacterianos junto a los materiales de limpieza. Todos los edificios públicos han sido también desinfectados. Luego, limpiaremos y desinfectaremos las calles y los vecindarios”.

Ebdullah ha enfatizado que el Estado turco invasor y sus mercenarios cortaron el suministro de agua de Elok, que provee de agua a todo Hesekê y sus vecindarios. “El agua que llega a la región ha sido cortada por el Estado turco y sus mercenarios. Esto supone un grave problema. Hay una rápida propagación del virus en todo el mundo, y este peligro se incrementa cuando hay escasez de agua. La región necesita agua. El Estado turco usa las necesidades básicas de la gente como arma”.

Ebdullah ha acusado al Estado turco y sus mercenarios de llevar a cabo crímenes contra la humanidad dejando a la gente sin agua.

“Cortar el agua es una forma de propagar todo tipo de enfermedades”, ha dicho. “Los trabajos de desinfección que hemos llevado a cabo en la ciudad han tenido que ser interrumpidos por la escasez de agua. Invitamos a las Naciones Unidas, a las organizaciones internacionales y a la gente en general ha ejercer presión contra el Estado turco”.