El Centro de Salud del Campamento de Refugiados de Girê Spi atiende entre 70 y 100 pacientes al día y trata de ofrecer los mejores servicios sanitarios a pesar de sus limitados recursos.

El campamento de Girê Spî y el centro de asistencia sanitaria que hay en él, fueron inaugurados el 22 de noviembre de 2019. El personal médico del Hospital Mártir de Ain Issa Umer Elûş realiza turnos diarios en el campamento.

Sin embargo, ahora que se acerca el invierno y debido a la propagación de la pandemia de coronavirus, hay un problema con el equipo médico en el centro de asistencia sanitaria y no se pueden proporcionar los medicamentos necesarios para el tratamiento.

Sólo el Comité de Salud de la Región del Éufrates proporciona apoyo en medicamentos al centro sanitario. Sin embargo, esto sólo es suficiente para el 10% de los pacientes con malas condiciones económicas. Los refugiados tuvieron que emigrar de sus pueblos debido a los ataques del Estado turco invasor y perdieron su fuente básica de vida.

El equipo médico que trabaja en el centro del campamento también supervisa el centro de cuarentena. Pone en cuarentena a los pacientes con síntomas de corona y los trata de la mejor manera posible.

El centro de cuarentena del campamento estaba preparado para acoger a 50 pacientes. Sin embargo, el equipo sanitario y los preparativos del centro no son suficientes para atender a más de 7 pacientes con coronavirus a la vez.

Fadil Çawiş, miembro de la dirección del Centro de Cuarentena, dijo a ANHA que cada día llegan al centro más de diez pacientes con sospecha de coronavirus, pero que tienen dificultades para acoger a más de 7 personas.

Tras señalar que han trasladado a muchos de los pacientes que llegan a los hospitales de Ain Issa o Raqqa, Fadil Çawiş dijo que si la situación continúa así, el número de pacientes con coronavirus en el campamento puede aumentar.

Fadil Çawiş pidió a las organizaciones de asistencia sanitaria del mundo que ayuden al campamento para que puedan seguir atendiendo a los pacientes, y subrayó que los residentes del campamento no pueden acudir a otros hospitales debido a su mala situación económica.