El estado turco invasor construyó un muro de ocupación de 415 km de largo en el norte y este de Siria, desde la ciudad de Ain Diwar en Derik hasta la aldea de Zor Mixar en Kobanê entre 2016 y 2017. Este muro construido por el estado turco es el tercer muro más largo del mundo después de la Gran Muralla China y el muro Estados Unidos-México.

Se han colocado alambres de púas en el muro que se terminó de construir en 2017. Tiene 3 metros de altura y es la mayor prueba de la ocupación del territorio sirio. Además, a pesar de que el estado turco ha violado todas las convenciones y leyes internacionales en Siria, el público internacional, especialmente el gobierno de Damasco, guardó silencio contra todos estos crímenes.

27 mil decares (2700 hectareas) anexados a Turquía

Los pueblos de Goran, Qere Mox y Aşmê en el norte de Kobanê y los pueblos de la franja fronteriza Amûdê-Dirbêsiyê en la región de Cizire han sido anexados a Turquía a través del muro de ocupación construido a lo largo de la frontera en suelo sirio.

Un total de 95 aldeas, incluidas las de Afrin, al norte de Aleppo, Serêkaniyê y Girê Spî, están así anexadas al territorio de Turquía. Según los datos de la Organización de Derechos Humanos de Cizire, aproximadamente 27 mil 33 decares (2700 hectareas) de tierra están bajo ocupación turca.

Muros y masacres

Mientras tanto, se cortaron aproximadamente 13 mil olivos y pistachos de Alepo para construir los muros. Cientos de personas protestaron en Qamishlo y Kobanê, especialmente después del muro construido en Afrin. Atacando las manifestaciones, las fuerzas estatales turcas mataron ya a 4 civiles.

A pesar de los muros construidos por el estado turco, los aldeanos luchan por ir a sus campos. Los soldados turcos que atacan a civiles en su camino a sus campos continúan agregando otros nuevos a sus crímenes contra civiles.