El asedio y embargo impuestos por el gobierno de Damasco al barrio de Şêxmeqsûd, en Alepo, dura ya 6 años. Las condiciones del embargo y el asedio han empeorado en los últimos meses, ya que el gobierno de Damasco no permite la entrada de combustible, alimentos y medicinas en el barrio. Los ciudadanos lo están pasando mal en el barrio, donde ni siquiera pueden cubrirse las necesidades más básicas.

Según los responsables de la Asociación de Farmacéuticos del barrio de Şêxmeqsûd y Eşrafiyê, las fuerzas de seguridad no permiten la entrada de medicamentos esenciales. Y por los medicamentos que permiten entrar en la zona, exigen elevadas cantidades de dinero.

En los dos barrios hay 61 farmacias que suministran medicamentos a 200.000 personas. Según la Asociación de Farmacéuticos, los dos barrios necesitan cada mes medicamentos por valor de unos 3.000 millones de liras sirias.

Los funcionarios declararon que el gobierno de Damasco permitía la entrada de una cantidad muy pequeña de medicamentos en los dos barrios a través de los puestos de control bajo su control, y dijeron que el impuesto recaudado era aproximadamente el 10 por ciento del valor de la factura de medicamentos.

La mayoría de las farmacias de ambos barrios no tienen los medicamentos necesarios para la diabetes, la hipertensión y el cáncer. Los medicamentos son muy caros, aunque estén disponibles en algunos lugares. Porque cuando llegan a los dos barrios, los precios de los medicamentos aumentan, ya que los impuestos se recaudan muchas veces.

Los precios de los medicamentos contra el cáncer oscilan entre 1 y 20 millones. Estos precios superan el poder adquisitivo de la mayoría de los ciudadanos que viven en los dos barrios, la mayoría de los cuales son refugiados del cantón de Afrin.