Electricidad, petróleo e infraestructuras civiles de Rojava en el punto de mira de Turquía
Los nuevos ataques aéreos turcos contra el Norte y el Este de Siria son dirigidos contra la electricidad, el petróleo y las infraestructuras civiles.
Los nuevos ataques aéreos turcos contra el Norte y el Este de Siria son dirigidos contra la electricidad, el petróleo y las infraestructuras civiles.
El Centro de Información de Rojava (RIC, por sus siglas en inglés) ha publicado un segundo informe detallado sobre la nueva ronda de ataques aéreos turcos contra el Norte y el Este de Siria.
Estos nuevos ataques han sido dirigidos contra infraestructuras eléctricas, dañando estaciones eléctricas y petrolíferas ya golpeadas por incursiones anteriores. Hay seis civiles heridos.
La estación de gas y electricidad de Suwaydiyah, las estaciones petrolíferas de Odeh, Zarba, Rimelan y Gir Dahol, y las estaciones eléctricas de Qamishlo, Amude, Kobane, Tirbespi y Ayn Issa han sido los principales objetivos. Turquía ha llevado a cabo 10 ataques aéreos sólo en Suwaydiyah.
Se informa de cortes generalizados de agua y electricidad y la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria (AADNES) ha instado a un estricto racionamiento del agua. Además, Turquía bombardea puestos de control de la Asayish (Fuerzas de Seguridad Interna) en toda la región. Los almacenes de grano, las fábricas de producción de alimentos y las viviendas civiles también figuran entre sus objetivos.
En particular, el RIC escribe que "Turquía ha llevado a cabo más de 10 ataques aéreos contra la instalación crucial de gas y electricidad de Suwaydiyah, que produce alrededor de la mitad de la electricidad del cantón de Jazira, además de suministrar su línea de emergencia, asegurando energía 24/7 para los servicios esenciales. Suwaydiyah suministra electricidad a más de 20 subestaciones del cantón de Jazira y abastece a todas las infraestructuras, como estaciones de agua, hospitales y panaderías. Además, múltiples estaciones de bombeo y refinado de petróleo del cantón de Jazira dependen de la electricidad de Suwaydiyah. También es la única planta embotelladora de gas doméstico de toda la región autónoma del Norte y el Este de Siria".
El RIC continúa: "Los ataques turcos contra la central eléctrica de Rimelan también amenazan el suministro eléctrico necesario para el funcionamiento de los yacimientos de petróleo y gas de la región de Jazira, que suministran combustible y gas para uso doméstico, industrial y comercial en toda la región.
Según la AADNES, los ataques turcos contra las instalaciones petrolíferas han reducido el suministro de combustible a los sectores de la energía, el agua, la agricultura y la calefacción. Turquía está atacando repetidamente las mismas infraestructuras eléctricas clave y la magnitud de los daños supera con creces la capacidad de la administración para restablecer los servicios esenciales a la población civil".
Además, el RIC subraya lo siguiente:
Con 7 estaciones eléctricas clave inutilizadas por los ataques turcos, las operaciones de las estaciones de agua están restringidas, impidiendo el acceso al agua potable. Muchas bombas de agua de la región carecen de un generador secundario que suministre electricidad de reserva cuando se corta el suministro general. En Tirbespi, 13 de sus 21 bombas carecen de suministro secundario. En Amude, esta cifra es de 12 de 16 y en Qamishlo, de 7 de 13. La AADNES ha instado a la población a racionar estrictamente el agua. Sin agua bombeada, la población civil se ve obligada a depender del agua transportada en camiones, cuyo precio es prohibitivo.
En todas las ciudades importantes del noreste de Siria se han producido manifestaciones en las que la gente salió a la calle para protestar contra los ataques de Turquía.
En Darbasiyah, una patrulla rusa que atravesaba la ciudad fue bloqueada después de que los residentes cerraran la carretera, exigiendo a Rusia, como potencia garante en la región, que intervenga para detener los ataques de Turquía.
En Navidad, Turquía volvió a atacar las estaciones petrolíferas de Odeh y Saida, y luego amplió sus ataques a fábricas de envasado de alimentos, almacenes, zonas industriales, instalaciones médicas y viviendas civiles. Además, Turquía atacó una serie de puestos de control de la Asayish a lo largo del noreste de Siria. 11 civiles resultaron muertos y 25 resultaron heridos.
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