El 2 de diciembre, el ejército turco llevó a cabo una masacre en una zona de refugiados de Afrin, que habían buscado refugio en Til Rifat, en el norte del cantón sirio de Shehba. Ocho niños de entre 3 y 15 años, y dos adultos, fueron asesinados y más de diez civiles resultaron heridos en el ataque de Turquía en una zona residencial. Las familias de las víctimas están furiosas por el silencio de la comunidad internacional.

"La pierna de mi hermano fue arrancada"

Ilyas Hesûn, quien resultó herido en el ataque, dice: "Estaba sentado con mi hermano Edhem frente a la casa cuando de repente oímos un ruido muy fuerte. Me hirieron con metralla, mientras que la pierna de mi hermano fue arrancada por el impacto de la metralla".

"Somos refugiados, ¿por qué nos están matando?"

Fátima Betal, madre de dos niños heridos en el ataque, dijo: "Eran aproximadamente las dos de la tarde. De repente escuché un fuerte ruido. Corrí inmediatamente a buscar a mis hijos, los cuerpos estaban dispersos por todas partes. Ya nos han echado de Afrin, pero el ejército turco continúa bombardeándonos aquí también. Somos civiles, somos refugiados. ¿Por qué nos están bombardeando? ¿Por qué están matando a nuestros hijos? ¿Qué quiere el estado turco que ocupa? Kurdos? Ellos masacran a nuestros hijos, cometen genocidio".

Betal condenó el silencio de Estados Unidos y Rusia sobre la masacre.