Para evitar la propagación de la pandemia de Covid-19 en el norte y este de Siria, se impuso el toque de queda el 23 de marzo hasta nuevo aviso. La administración autónoma está utilizando todos sus medios para proteger a la población de la pandemia. Mientras tanto, los ataques turcos en la región continúan sin cesar y la resistencia contra ellos también continúa.

Una fuerza importante para la protección de distritos y ciudades son las Fuerzas de Defensa Social (HPC). Están bajo el control de las estructuras del consejo de base y son los principales responsables de proteger sus propios vecindarios. Durante la pandemia, tienen otras tareas nuevas. En Ayn Issa, solo los hospitales, farmacias, la administración local y algunas tiendas de comestibles aún están abiertas. Toda la ciudad está siendo desinfectada.

Las HPC trabajan las 24 horas del día en las calles de la ciudad junto con las fuerzas de seguridad internas. Los miembros de las HPC informan a las personas sobre las medidas preventivas y se protegen con mascarillas y guantes.

Ehed Kenco de las HPC indicó: "Tratamos de proteger a la población de acuerdo con la responsabilidad que tenemos y estamos en las calles todos los días para evitar la propagación del virus. Pedimos a las personas que sigan las reglas. Si alguien no sigue las reglas, serán entregados a las fuerzas de seguridad interna. Los conductores en particular son el blanco de los controles. Estas medidas son para proteger a la población".

Otro miembro de las HPC, Ismail al-Hassal, indicó que "Estamos patrullando durante todo el día. El coronavirus se ha extendido por todo el mundo. Estamos tratando de evitar que se propague aquí. La gente nos apoya. Al final de nuestro turno, nosotros Volvemos a casa y no salimos. Como medida preventiva, usamos guantes y máscaras".