Más de 100.000 personas de las regiones ocupadas alrededor de Girê Spî (Tal Abyad) y Serêkaniyê (Ras al-Ain) viven en campos de refugiados en el norte de Siria. Cada vez son más los que vienen a los campos porque ya no pueden soportar vivir bajo el terror del régimen de ocupación. Uno de ellos es Meryem Mihemed. Ella huyó de Girê Spî junto con su familia hace tres meses y ahora vive en uno de estos campos de refugiados. Ella describió el tiempo que vivió bajo la ocupación "mi infierno".

Obligada a cubrirse

Meryem tiene dificultades para expresar con palabras la magnitud del horror. Todavía no ha podido procesar mucho de lo que ha experimentado. Relata cómo las casas fueron saqueadas y las mujeres fueron obligadas por la fuerza a cubrirse: "Bajo amenazas de muerte, los mercenarios asaltaron las casas de la población civil y se apoderaron de todo. Robaron todo de mi casa, solo quedaron las paredes desnudas. Todo fue saqueado, no nos queda nada. No pude resistir y tuve que dejar mi casa abandonada".

"Las mujeres experimentan todas las formas de violencia"

La mujer indicó además que "Se practican muchas formas de violencia contra las mujeres. Las obligan a vestirse de negro. Las que se niegan son amenazadas. Se les dice que sus padres, hermanos o parejas serán arrestados. Mediante saqueos y extorsiones, toda la población civil es empujada a la pobreza. La gente ya no puede satisfacer ni siquiera sus necesidades más básicas".

Meryem explica que el estado turco quiere expulsar a la población civil a través de esta política y cambiar la demografía de la región. Ella concluye su estremecedor relato diciendo: "Vivimos con la esperanza de que el estado turco abandone nuestro país y podamos vivir nuevamente con seguridad en nuestra región".