Desde hace tres años, los distritos de Sheikh Maqsoud (Şêxmeqsûd) y Ashrafiyah (Eşrefiyê) en Alepo están sometidos a un fuerte embargo impuesto por el régimen sirio. Los dos distritos son una espina en el costado de Damasco porque se adhieren a estructuras de autogobierno y autodefensa de base, aunque el acceso al combustible y la harina, en particular, se ha vuelto muy difícil debido al embargo. El embargo se ha convertido en una amenaza existencial para los más de cien mil habitantes de estos barrios. Los dos barrios tienen una profunda tradición de resistencia y representaron la línea de defensa crucial de Alepo contra las fuerzas mercenarias yihadistas del régimen de Erdoğan, que incluso utilizó allí gas venenoso ante los ojos de la opinión pública mundial.

Todos los recursos vitales están bloqueados

La agencia de noticias ANHA ha recogido fragmentos de audio sobre la situación actual en las calles de los dos barrios. La árabe Yasmin Idlibi habla de grandes problemas de abastecimiento en los barrios y explica que no es nada nuevo, el régimen lleva más de tres años bloqueando los suministros. Recuerda la tradición de resistencia del barrio: “Al igual que los habitantes de estos barrios resistieron en 2016 durante los intentos de invasión de los mercenarios del Estado turco a pesar de estar rodeados, hoy resisten al embargo. Superamos todas las dificultades y ganamos, y volveremos a hacerlo”. Idlibi señala que el régimen retiene principalmente harina, verduras y combustible, recursos vitales para la población. “Todos somos sirios, tenemos derecho a pedir cuentas al gobierno de Damasco”, subraya.

La solidaridad y la organización como armas contra el embargo

La kurda Fayrouz Haydar afirma que la resistencia es la mejor respuesta a la política de hambre del régimen sirio. Subraya que el pueblo no se rinde ante el embargo. El pueblo tampoco se rindió ante los mercenarios turcos en el pasado. Para poder resistir, la gente del barrio se apoya mutuamente y está bien organizada: “Ningún ataque podría hacer tambalear a la gente de aquí”.

Resistencia conjunta y unidad

Ibrahim Etalah, árabe, destaca que kurdos, árabes y cristianos conviven pacíficamente en los barrios de la ciudad en el marco del proyecto de hermandad de los pueblos. El factor decisivo contra el embargo, según él, es la resistencia común y la unidad.