Con la Revolución de Rojava en 2012, los grupos de naturaleza fundamentalista yihadista wahabita comenzaron a atacar casi todas las ciudades y pueblos del norte de Siria. Innumerables jóvenes murieron defendiéndola. Una de ellas es la primera víctima de las Unidades de Protección Popular (YPG) en Hesekê, Delîl Cûdî.

Músico y luchador

Delîl Cûdî se entusiasmó por la música desde una edad temprana y se convirtió en parte del movimiento cultural en Hesekê desde muy joven. Con el comienzo de la revolución, se unió a la organización predecesora de las YPG, las YXK, para defender la región. Murió el 9 de abril de 2013 en combate contra tropas mercenarias.

Su madre, Hayfa Mihemed, ha hablado sobre su hijo en una entrevista con ANF: “Como familia, hemos estado involucrados en el movimiento por la libertad kurda desde 1988. El estilo de vida, la cultura y los valores de los niños están moldeados por su familia. Delîl siempre ha sido un niño especial. Mostró esta diferencia en la escuela, en el barrio y entre sus amigos. No discutía, pero tampoco se dejaba reprimir. A pesar de su corta edad, nunca se ha quedado callado ante las injusticias. Este carácter y actitud lo hicieron más tranquilo y equilibrado a medida que crecía. Dejó la escuela en séptimo grado. A pesar de todas nuestras insistencias, no quiso continuar. Estaba mucho más interesado en la cultura y el arte. Ya en su infancia estuvo muy interesado en la música. Cuando algo le gustaba y se proponía algo, no paraba hasta conseguirlo. Sus objetivos siempre fueron muy altos. Estuvo activo en el trabajo cultural durante muchos años. Antes de que comenzara la revolución en 2011, se fundó el YXK. Delîl participó en la defensa de la revolución. Nos dijo que participa en actividades y a veces regresa tarde. Le dije muchas veces que debería hacer su trabajo y que no lo íbamos a detener, pero que tenía que protegerse.

Luego al-Nusra atacó en Hesekê. Estallaron enfrentamientos entre YXK y los grupos mercenarios. En ese momento, se estaba preparando la fundación de las YPG. Delîl Cûdî estaba en un grupo de cinco personas de la misma edad. Estuvieron activos en todas partes y trabajaron con gran entusiasmo para fundar las YPG. Delîl trajo a casa telas para los chalecos de los combatientes y los cosimos.

Se explicó a todos y a todas que no se trataba sólo de una lucha para los kurdos, sino que todos los pueblos de la región estaban involucrados.

En la zona ahora conocida como Şehîd Delîl, algunas zonas habían sido liberados de las manos de los mercenarios. Trabajó con sus amigos en esta área. Defendieron la zona. El día anterior, un amigo llamado Rustem había sido asesinado a tiros por grupos mercenarios. En ese momento, las fuerzas del régimen sirio y al-Nusra intentaron fomentar un conflicto árabe-kurdo en la zona. El surgimiento de un conflicto de este tipo en la región planteaba un gran peligro para el futuro de la revolución. La organización no quería que estallara un conflicto así. El movimiento buscaba establecer la unidad kurda y árabe en la región y establecer una defensa común. Se explicó a todos y a todas que no se trataba sólo de una lucha para los kurdos, sino que todos los pueblos de la región estaban involucrados. Sin embargo, hubo alborotadores que constantemente intentaron hacer lo contrario. Tanto los sectores del régimen como las células de al-Nusra intentaron constantemente incitar y antagonizar a la población.

Sus amigos intentaron obstinadamente detener los combates, pero los combatientes no se dejaron convencer.

Hubo constantes conversaciones para frustrar estos intentos. Delîl se encontraba en un grupo yendo a una reunión en este sentido. Los fundamentalistas bloquearon la carretera para provocar confusión. El coche en el que viajaba mi hijo mayor recibió un disparo. Hubo una batalla en la que mataron a Delîl y capturaron a mi hijo mayor. No sabía que Delîl había caído. Mi hijo mayor me llamó y me dijo que lo habían capturado y que los combates tenían que cesar para que lo liberaran. Las discusiones continuaron durante mucho tiempo porque Delîl había caído y sus amigos no querían parar. Sus amigos intentaron obstinadamente detener los combates, pero los combatientes no se dejaron convencer. Cuando cesaron los combates, mi hijo mayor fue liberado. Cuando lo trajeron a casa, supe que Delîl se había caído.

Rêber Apo nos da fuerza. A través de él aprendimos a defender nuestro país, incluso si esto tuvo un alto precio. Este país vale cada céntimo.

Delîl había insistido en luchar en las fuerzas de defensa. Cuando le pregunté por qué abandonó la labor cultural, respondió que siempre le había gustado esta actividad, pero que ahora su prioridad era la defensa y que, por supuesto, volvería a la cultura. Delîl cantó para el cumpleaños de Rêber Apo [Abdullah Öcalan] y tocó el saz. Cada año, el 4 de abril celebramos el cumpleaños de Rêber Apo. Y el 9 de abril recordamos a Delîl. Rêber Apo nos da fuerza. A través de él aprendimos a defender nuestro país, incluso si esto tuvo un alto precio. Este país vale cada céntimo. Sí, duele, nos falta un pedazo de nosotros. Rêber Apo dijo: ‘Para defender tu país y tu libertad, debes hacer sacrificios y soportar esfuerzos’. ¿Qué significa esfuerzo? Son nuestros hijos e hijas los que damos por el bien de la lucha. Son los guerrilleros y las guerrilleras en las montañas. ¿No son estos también nuestros hijos e hijas? ¿No son ellos los hijos e hijas de este pueblo?

Como familia tenemos cuatro mártires y nunca desharemos su obra, su sacrificio.

Antes de la revolución, creamos un ejército con nuestra propia sangre y nuestras propias vidas. La revolución y esta lucha no se desarrollaron en unos pocos años. Fue creada con un minucioso trabajo en detalle. Rêber Apo nos dio ideas y consejos sobre cómo liberarnos. Esta lucha y este trabajo no eran sólo para un solo pueblo, se aplican a todos los pueblos oprimidos y a la humanidad. Rêber Apo dijo que esta lucha se libra por todos los pueblos oprimidos. Espero que sigamos viviendo y luchando de acuerdo con la idea y la filosofía apoísta. Como familia tenemos cuatro mártires y nunca desharemos su obra, su sacrificio. Rêber Apo siempre confió en las mujeres y las fortaleció. Seremos dignos de esta confianza hasta el final y seguiremos los pasos de nuestros caídos. Tenemos un gran legado que heredar”.