La organización de derechos humanos Amnistía Internacional ha presentado su revisión de 2019 que detalla la situación con respecto a 'Derechos humanos en Oriente Medio y África del Norte'. La organización acusa a las fuerzas involucradas en el conflicto sirio de violaciones graves del derecho internacional humanitario, crímenes de guerra y graves violaciones de los derechos humanos. La organización también documenta 120 muertes de civiles en el curso de la invasión turca en las ciudades sirias del norte de Serêkaniyê (Ras al-Ain) y Girê Spî (Tal Abyad) durante el período del 9 de octubre al 20 de octubre de 2019.
La revisión destaca los siguientes hechos de Siria bajo el título "Turquía y grupos armados aliados":
Ataques indiscriminados
Tras la ofensiva militar lanzada por Turquía y el SNA en el noreste de Siria contra las SDF el 9 de octubre, las hostilidades se caracterizaron por ataques indiscriminados en zonas residenciales, incluidos ataques a casas, una panadería y una escuela. La evidencia sugiere fuertemente que Turquía y sus grupos armados sirios aliados llevaron a cabo los ataques.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, 120 civiles fueron asesinados entre el 9 y el 20 de octubre. Por ejemplo, un ataque aéreo turco en un mercado el 13 de octubre golpeó un convoy civil que incluyó a muchos periodistas que viajaban a Ras al-Ain. Según Media Luna Roja Kurda, seis civiles murieron y 59 resultaron heridos. En otro incidente, los médicos rescataron a una niña de ocho años que resultó herida cuando morteros cayeron cerca de donde estaba jugando con su hermano de 11 años, fuera de su casa en Qamishlo, el 10 de octubre. Su hermano murió debido a sus heridas ese mismo día.
Confiscación y saqueo de bienes
Los grupos militares turcos y grupos armados de oposición, que recibieron apoyo militar de Turquía, incluidos Ferqa 55, al-Jabha al-Shamiye, Faylaq al-Sham, Sultan Mourad y Ahrar al-Sharqiye, continuaron controlando Afrin, un área predominantemente siria kurda en el norte de la Gobernación de Alepo. Se siguió negando a los residentes el acceso a sus propiedades y pertenencias, que se han apropiado de los miembros de estos grupos armados y sus familias. Algunas de las propiedades apropiadas fueron utilizadas como instalaciones militares para los diferentes grupos. Según la Comisión de Investigación de la ONU, algunos residentes pagaron dinero para recuperar vehículos robados y otras pertenencias, y los olivareros pagaron impuestos a los grupos armados sobre sus propias cosechas.
Detención arbitraria, tortura y otros malos tratos.
Los grupos armados apoyados por Turquía fueron responsables de al menos 54 incidentes de detención arbitraria de civiles, cuya liberación fue a cambio de rescate, según los grupos de monitoreo locales, como castigo por solicitar la recuperación de sus propiedades o por estar presuntamente afiliados al Partido de la Unión Democrática (PYD) o a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), ambos grupos kurdos sirios. Por ejemplo, un hombre que vivía en Afrin fue detenido por al-Jabha al-Shamiye en abril, acusado falsamente de afiliación a la administración civil anterior, dirigida por el PYD. El grupo armado se negó a decirles a sus familiares su paradero o destino.
Según la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas, las personas que criticaban la conducta de los grupos armados o que eran percibidos de apoyar a la antigua administración en Afrin, incluidos los activistas, fueron objeto de arresto, detención, tortura y extorsión.
Resumen de asesinatos y secuestros
El 12 de octubre, el grupo armado de oposición Ahrar al-Sharqiye, apoyado por Turquía, tendió una emboscada a vehículos civiles y militares en la carretera internacional Latakia-Saraqeb controlada por las SDF, conocida como M4. Hevrin Khalaf, política kurda y secretaria general del Partido Futuro Sirio, estaba en uno de los autos civiles. Fue arrastrada, golpeada y asesinada a tiros. Según el informe médico, su cuerpo mostró varias lesiones, incluidas múltiples heridas de bala, fracturas en las piernas, la cara y el cráneo, y desprendimiento de piel de su cráneo y pérdida de cabello como resultado de ser arrastrada por el cabello. Los grupos armados también mataron sumariamente a su guardaespaldas. Durante la misma emboscada, el grupo armado capturó y mató a dos combatientes kurdos. También secuestraron a dos hombres civiles, ambos trabajaban con una organización médica local y transportaban medicamentos cuando fueron capturados. El grupo armado no reveló el destino ni el paradero de los hombres secuestrados.
Refugiados y desplazados internos
A finales de año, 6,6 millones de personas habían sido desplazadas dentro de Siria y más de 5 millones de personas habían buscado refugio fuera del país desde el comienzo de la crisis en 2011. Líbano, Jordania y Turquía, los países que acogen a la mayoría de los refugiados, continuaron bloqueando la entrada de nuevos refugiados, exponiéndolos a nuevos ataques, abusos y persecución en Siria. El número de lugares de reasentamiento y otras rutas seguras y legales para los refugiados, ofrecidas por los estados occidentales y de otros países, estuvo muy por debajo de las necesidades identificadas por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.
Durante 2019, las ofensivas militares en el norte y el este de Siria desplazaron internamente a 400,000 y 174,600 personas respectivamente, según OCHA. Decenas de miles de personas desplazadas continuaron viviendo en campamentos improvisados, escuelas y mezquitas, que no proporcionaban un nivel de vida adecuado, y tenían acceso limitado a ayuda, servicios básicos, alimentos, atención médica, educación y oportunidades de medios de vida. Además, 3.122 personas huyeron de las hostilidades en el noreste de Siria en busca de refugio en la región de Kurdistán en Irak.