ISIS aprovecha las crisis y los conflictos para resurgir

Artículo de Talal Muhammad, presidente del Partido de la Paz Democrática del Kurdistán, publicado en el sitio web del Consejo Democrático Sirio.

ISIS

“ISIS” es el nombre abreviado del grupo terrorista conocido como Estado Islámico en Irak y Siria. Fue fundado a finales de junio de 2014 tras el control del grupo sobre numerosas ciudades y regiones de Siria e Irak. Cruzó la frontera entre los dos países, adoptando el lema “Permanecer y expandirse” para expresar la expansión indefinida en todas las regiones. Se convirtió en un cuasi Estado no reconocido por ningún país, adherido a una ideología yihadista salafista. El objetivo principal, como afirman los líderes del grupo, es establecer la unidad. Sin embargo, en mi opinión, el ISIS fue creado para ser transitorio. De hecho, amplió su influencia en un gran número de regiones, pero finalmente fue eliminado tan pronto como completó su misión. El sábado 23 de marzo de 2019, el ISIS perdió su último bastión en Baghouz, Deir ez-Zor, a manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) con el apoyo de las fuerzas de la Coalición Global.

A pesar de la derrota militar del ISIS y la eliminación casi completa de su presencia en las ciudades, sus células durmientes todavía existen en el campo de las zonas desérticas. El desierto sirio se ha convertido en el principal bastión de sus actividades, aprovechando la frágil situación de seguridad, el deterioro de las condiciones económicas y el tenso clima político. También aprovecha las crisis y los conflictos políticos y económicos de la región para ampliar su influencia.

A pesar de las operaciones de la Coalición Global implementadas contra el ISIS y sus líderes, el grupo ha resurgido de manera intermitente, coincidiendo con crisis políticas en Siria, particularmente las amenazas turcas de llevar a cabo operaciones militares en el noreste. Estas amenazas implican atacar instalaciones e infraestructuras vitales, con el objetivo de crear caos e inestabilidad en la seguridad. Todos estos factores son cruciales para que estas células durmientes lleven a cabo ataques contra las prisiones que retienen a sus militantes en las regiones controladas por la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) y contra las fuerzas del ejército sirio. Estas agresiones representan una amenaza para el resurgimiento del ISIS, la práctica de la violencia y el terrorismo, y socavan la estabilidad regional. El ISIS explota mucho terreno y montañas en la zona donde están ubicadas sus células para facilitar el escondite y la búsqueda de apoyo logístico. Recibe apoyo de Siria o de entidades externas.

Por lo tanto, la ubicación geográfica es un factor crucial para el resurgimiento del grupo en Siria en el futuro. Sus células continúan perpetrando sus ataques, explotando estos lugares, en particular en las zonas cercanas a las ciudades de Raqqa y Deir ez-Zor. Atacan pueblos y ciudades por la noche, aterrorizando y extorsionando a la población local. Explotan las divisiones locales, ya sean étnicas, políticas o sectarias, para sus propios beneficios.

El ISIS siempre explota situaciones políticas, crisis y conflictos, ya sean regionales o internacionales, para revitalizarse, difundir su ideología extremista y llevar a cabo nuevos ataques.

Desde la participación de Rusia en la guerra de Ucrania, los ataques aéreos rusos contra áreas donde existen células del ISIS han disminuido notablemente durante aproximadamente un año y medio. Eso le ha brindado la oportunidad de activar sus grupos, intensificar sus operaciones en el desierto sirio y reanudar su campaña de odio en esa región y en todo el mundo. Existían preocupaciones y temores internacionales sobre la posibilidad de un resurgimiento en regiones en crisis.

En un contexto relacionado, el ISIS explota la guerra en curso en Gaza de acuerdo con su estrategia habitual, que es rechazar la yihad en aras de liberar una tierra o una patria, sino más bien la yihad sólo con el fin de establecer su califato. Desde que se intensificaron los recientes acontecimientos en Palestina, el ISIS ha llamado a la yihad como grupo que exige la aplicación de la ley Sharia y se adhiere a la constitución divina, afirmando que es el único grupo que pretende aplicar el enfoque islámico correcto.

En resumen, se puede decir que el peligro que representa el ISIS todavía existe, amenazando la seguridad y la estabilidad regional y global. Por lo tanto, es imperativo que la Coalición Global dé prioridad a la lucha contra el ISIS a largo plazo, elimine las causas del extremismo y su ideología y desarrolle estrategias para contrarrestar su amenaza. Esto debería hacerse mediante el establecimiento de un programa de trabajo conjunto y de cooperación internacional y regional haciendo hincapié en las siguientes cuestiones:

– Aumentar la prestación de apoyo militar y logístico a las SDF, así como el número de tropas de la coalición que deberían desplegarse en múltiples áreas del noreste de Siria.

– Eliminar eficazmente las células del ISIS para evitar que controlen zonas geográficas y vuelvan a desplegar a sus militantes.

– Llevar a cabo operaciones de combate cualitativas mediante incursiones y peinados, especialmente en el desierto sirio.

– Establecer un programa de trabajo conjunto para fortalecer la asociación entre la Unión Europea y sus aliados dentro de la Coalición Global para lograr la estabilidad política en las regiones del noreste de Siria.

– Trabajar diligentemente para evacuar los campamentos de niños y mujeres del ISIS, especialmente el campamento de al-Hawl (Hol).

– Desarrollar programas de rehabilitación para las familias del ISIS para evitar cualquier oportunidad de formación de nuevos grupos que podrían recuperar el control de las áreas una vez más.