La escalada de la crisis humanitaria en Siria es un llamamiento a la solidaridad para todos
Artículo de Aram al-Domani, secretario general de la Alianza Nacional Siria, publicado por primera vez en el sitio web del Consejo Democrático Sirio (MSD).
Artículo de Aram al-Domani, secretario general de la Alianza Nacional Siria, publicado por primera vez en el sitio web del Consejo Democrático Sirio (MSD).
En medio de los inmensos retos humanitarios a los que se enfrenta Siria, el llamamiento de la Unión Europea para celebrar la Conferencia de Bruselas surgió como un paso vital. El objetivo era apoyar y atender las necesidades del pueblo sirio. Una declaración emitida por 130 organizaciones sirias destaca la importancia de arrojar luz sobre las regiones del noreste de Siria. Garantiza que estas zonas devastadas no queden marginadas y que se preste el apoyo necesario para mejorar la situación humanitaria en ellas.
La Conferencia de Bruselas sirve de plataforma crucial para movilizar apoyo financiero y político. Además, pretende reforzar la cooperación con la sociedad civil siria. El anterior abandono de las regiones del noreste de Siria ha agravado las condiciones humanitarias en ellas. Por lo tanto, es imperativo proporcionar un mayor apoyo a esta región.
La grave situación humanitaria en el noreste de Siria se atribuye a los ataques turcos y a la guerra contra el terrorismo. Por ello, es crucial una respuesta eficaz de la comunidad internacional.
Las demandas de las organizaciones sirias incluyen el aumento de la financiación, la mejora de la seguridad alimentaria y del agua, la rehabilitación de las infraestructuras y el apoyo a la sociedad civil. Estas demandas constituyen los cimientos de la mejora de la situación humanitaria en la región.
Las regiones del noreste de Siria afrontan retos similares, como la fragilidad de las infraestructuras y los daños sufridos por sectores vitales como la agricultura, la energía y los servicios. Estos retos afectan a Siria en su conjunto, especialmente en regiones como Hasakah, Kobani y Deir ez-Zor. Estas regiones han sufrido la destrucción de infraestructuras debido a los ataques turcos y a las acciones violentas cometidas por el Estado Islámico (ISIS).
Los problemas económicos también plantean retos importantes. El conflicto en curso obstaculiza las oportunidades de desarrollo y empleo. Impide los esfuerzos de reconstrucción y el apoyo económico local. Todo ello se enmarca en un contexto de inseguridad económica y política. Por lo tanto, se necesitan medidas integrales y una coordinación eficaz para lograr la estabilidad y mejorar las condiciones humanitarias en la región.
A pesar de los esfuerzos que se están realizando para atender las necesidades básicas del pueblo sirio, el impacto de los conflictos persistentes en las infraestructuras y la economía sigue siendo un reto importante. Se insta a la comunidad internacional a que aumente su apoyo al desarrollo sostenible y garantice la seguridad humana en Siria en general y en el noreste del país en particular.
En medio de la continuación de la celebración de conferencias y de los esfuerzos internacionales concertados para apoyar la crisis siria, la perspectiva de una reducción de la financiación europea suscita preocupación. Los países donantes deben mantener sus compromisos financieros de apoyo a la crisis siria y proporcionar el marco jurídico y político necesario para la prestación continuada de ayuda.
El incumplimiento de los compromisos financieros se debe a varias razones. Entre ellas, la falta de coordinación y gestión eficaces entre las organizaciones internacionales y locales, así como la naturaleza de los diversos acuerdos y condiciones impuestas a los donantes. Por lo tanto, los países donantes deben reforzar la coordinación para atender eficazmente las necesidades básicas de los sirios.
La comunidad internacional debe tomar medidas decisivas para aliviar el sufrimiento del pueblo sirio y lograr una estabilidad integral en el país. La respuesta a la crisis humanitaria en Siria debe ser holística y no estar limitada por agendas políticas. Además, debe centrarse en todas las zonas afectadas, incluido el noreste de Siria.
En conclusión, la comunidad internacional debe comprometerse a aumentar el apoyo financiero y político para hacer frente a las necesidades críticas del pueblo sirio. Asimismo, debe garantizar la continuidad de la prestación de ayuda en función de las crecientes necesidades.
La Conferencia de Bruselas constituye un punto de inflexión crucial para abordar la crisis siria. Por lo tanto, el llamamiento de la Unión Europea a un compromiso serio, apoyado por la comunidad internacional, allana el camino para alcanzar este objetivo humanitario.