Derechos de los niños y niñas
En el noreste de Siria, un adolescente fue asesinado a tiros por guardias fronterizos turcos el domingo, mientras intentaba cruzar la frontera hacia el norte de Kurdistán. Según las autoridades, la víctima era Hisên El Selmo, de 16 años, quien supuestamente intentó cruzar la frontera cerca de Qamishlo con otros jóvenes. Las fuerzas turcas dispararon contra el grupo sin previo aviso. Según trascendió, el joven recibió un disparo en la cabeza y murió en el instante. Al menos otro joven también fue hospitalizado en Qamishlo con una herida de bala.
El ataque contra los jóvenes tuvo lugar no lejos del pueblo de Dûda (también conocido como Dudan), situado a unos 18 kilómetros al noroeste de Qamishlo. Desde el centro del pueblo hasta la valla fronteriza entre Siria y Turquía hay sólo unos cientos de metros. Tras el incidente, una patrulla rusa se desplazó hasta el lugar de la frontera junto con las Fuerzas de Seguridad Interna (Asayişh) para evacuar al grupo de la zona de peligro y llevarlos a la clínica. Las y los residentes locales habían intentado en vano rescatar a los adolescentes de la línea de fuego.
En la franja fronteriza entre el norte de Siria y Turquía se repiten los ataques transfronterizos de soldados turcos contra civiles. Las víctimas suelen ser personas que intentan huir del país devastado por la guerra. Otros son aldeanos que cultivan sus campos cerca de la frontera. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR), con sede en el Reino Unido, al menos ocho personas han muerto en ataques de este tipo por parte de guardias fronterizos turcos en el norte de Siria desde principios de año. Uno de ellos era una mujer.
La Organización Stêrk para el Seguimiento y la Protección de los Derechos del Niño hizo una declaración contra la masacre de Hisên El Selmo, de 16 años, por parte de soldados turcos.
Durante la declaración realizada en el jardín Halabja en Qamishlo, se desplegaron pancartas que decían: "No a los ataques de Turquía", "Basta de violaciones", "No a las masacres" y "Queremos una vida en paz".
La declaración leída por Rojda Xelîl, miembro de la Organización Stêrk, señala que el Estado turco continúa atacando el norte y el este de Siria todos los días. El comunicado llamó a la comunidad internacional a tomar medidas y detener los ataques lo antes posible.