Llamado a organizaciones DDHH desde el norte y este de Siria

Organizaciones de Derechos Humanos en el norte y este de Siria indicaron que se deben hacer urgentes esfuerzos para que la situación no empeore, en este contexto mundial.

Las organizaciones de derechos humanos en el norte y este de Siria llamaron a las organizaciones internacionales de derechos humanos y otras organizaciones humanitarias para que desempeñen su papel moral y legal frente a las violaciones de los derechos humanos en las zonas ocupadas por Turquía.

El llamado de las Organizaciones de Derechos Humanos de Afrin, en Jazeera y en la Región del Éufrates incluye lo siguiente:

"Tras una declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que el coronavirus se ha convertido en una pandemia mundial que amenaza la raza humana, muchas capitales y grandes ciudades de todo el mundo ahora parecen pueblos fantasmas, debido a las estrictas medidas adoptadas para contener el virus. La OMS pidió a todos los gobiernos del mundo que no escatimen esfuerzos mientras el virus está causando estragos.

El Dr. Tedros Adhanom, director general de la OMS, exigió que todos los países tomen medidas más estrictas para combatir el Covid-19. Dijo que el método ideal para salvar vidas, evitando tener más infectados, es romper la cadena de transmisión del virus a través del monitoreo y el distanciamiento social.

En este contexto, los líderes del G7 afirmaron que el Coronavirus representa un desastre humanitario y una crisis de salud global de gran escala, e hicieron énfasis que los desafíos asociados con el brote del virus requieren un nuevo enfoque internacional basado en la ciencia y la evidencia. También prometieron que los países del G7 harían un gran esfuerzo para contener la propagación del virus y encontrar una terapia rápida y adecuada para curar esta enfermedad.

Coronavirus y abusos contra los derechos humanos

La OMS también ha declarado un estado de emergencia médica mundial para frenar el brote de esta enfermedad mortal, destacando que la censura, la discriminación, la detención arbitraria y los abusos de derechos humanos no tienen sentido en la lucha contra el coronavirus.

Las violaciones de derechos humanos dificultan la tarea de contener el virus al obstruir su efectividad en lugar de facilitar una rápida respuesta. Los derechos de las personas han sido garantizados por la Declaración Mundial de Derechos Humanos de 1948, que otorgó el derecho de toda persona a recibir atención médica y al acceso a la información, prohibiendo cualquier discriminación al respecto.

La ONU ha pedido urgentemente detener todas las acciones militares y conflictos armados, en el mundo, en general, y en Siria, en particular, para enfrentar al enemigo común, el COVID-19.

Sin embargo, el estado turco junto con sus mercenarios armados  afiliados a las FSA, que controlan grandes extensiones de territorio sirio en Afrin, Idlib, Azaz, Jarablus, al-Bab y el Éufrates oriental, continúan realizando bombardeos y ataques indiscriminados contra áreas en Shehba, Sherawa, Ayn Issa y Til Temir. Al hacerlo, no toman en cuenta ninguna decisión ni llamadas internacionales relevantes al caso. Además, el secuestro de civiles kurdos para obtener rescate por parte de grupos respaldados por Turquía en el enclave kurdo de Afrin está aumentando día a día.

Se debe mencionar que aún se desconoce el paradero de más de 3.400 kurdos y kurdas secuestrados. Lo mismo sucede con el destino de cientos de kurdos secuestrados en las áreas de Serekaniye (Ras al-Ain) y Gire Spi (Tal Abyad) que necesitan desesperadamente cuarentena médica y distanciamiento social.

A pesar de todas las advertencias de la comunidad internacional de tomar todas las medidas de precaución necesarias, especialmente en los centros de detención superpoblados, parece que el estado turco nunca se preocupa por la seguridad de millones de personas en las zonas ocupadas también superpobladas.

Aunque Turquía ha reportado al menos 10,000 casos infectados de ciudadanos turcos infectados con el coronavirus, y más de 200 muertes, los cruces fronterizos entre Turquía y las áreas sirias ocupadas aún están abiertos para el transporte. Además, se han reportado en medios locales, muchos casos de pacientes infectados con Coronavirus en el noroeste ocupado de Siria, en el Hospital Azaz.

Turquía corta el suministro de agua

En el norte y este de Siria, las fuerzas turcas cortaron el suministro de agua de la estación de Allok, dejando a cientos de miles de personas sin agua potable en la provincia de Al Hasakah. UNICEF hizo sonar la alarma, advirtiendo que cortar el suministro de agua seguramente aumentaría el sufrimiento de los civiles allí, haciéndolos aún más vulnerables a una enfermedad que puede propagarse tan rápido como el COVID-19.

Un llamado a reparar la de los kurdos abusados

Las organizaciones de derechos humanos activas en el norte y este de Siria realizaron el siguiente llamado a organizaciones internacionales de derechos humanos y otras organizaciones humanitarias, a que desempeñen su papel moral y legal frente a las violaciones de los derechos humanos en las áreas ocupadas por Turquía:

"Se debería presionar a Turquía para que revele el destino de aquellos individuos encerrados en prisiones secretas y centros de detención administrados por el MIT turco y sus facciones armadas las FSA. Los secuestrados y detenidos deben ser liberados y recibir atención médica y de salud, que también debe abarcar a todos los residentes civiles que viven en esas áreas. También debe hacerse cumplir un alto el fuego y la suspensión de las hostilidades contra las zonas superpobladas de desplazados internos de Afrin. 

Dado que es un crimen de guerra utilizar el agua como arma de destrucción masiva, Turquía debe dejar de cortar el suministro de agua de la presa de Allok, y reanudar el suministro en la provincia de al-Hasakah. Los esfuerzos humanitarios para la preparación y respuesta al COVID-19 deben abarcar todas las regiones sirias sin distinción.

También pedimos a la OMS, a la Cruz Roja Internacional y al Ministerio de Salud de Siria que brinden toda la ayuda necesaria para los desplazados internos de Afrin, así como para los desplazados internos de Ras al Ein y Tal Abyad, especialmente aquellos que viven en campamentos de refugiados que carecen de servicios básicos de salubridad, antes de que sea demasiado tarde.

En última instancia, a medida que la humanidad atraviesa esta profunda crisis por el COVID-19, se deben hacer urgentes esfuerzos para que la situación no empeore, en este contexto mundial".