Cuando la autodefensa, que es el mecanismo de seguridad moral y política de una sociedad, no es suficientemente fuerte, la sociedad pierde. El pueblo kurdo está respondiendo con una fuerte autodefensa a la guerra emprendida por el Estado turco en el Norte y el Este de Siria durante los últimos diez años, impidiendo que los invasores logren sus objetivos.

Sin embargo, los habitantes de los pueblos que bordean las zonas ocupadas por el Estado turco han llamado a reforzar la autodefensa.

Xosnav Ferho, quien en la aldea de Kêl Hesnak en Tirbespiyê, ha dicho a ANHA: “El año pasado no pudimos utilizar nuestros 25.000 metros cuadrados de tierra debido a los ataques del Estado turco. Cuando llegamos a nuestra tierra, nos dispararon. Muchas personas murieron de esta manera. El objetivo de estos ataques es asustarnos y obligarnos a huir. Nunca permitiremos que el Estado turco consiga su objetivo porque estamos dispuestos a pagar cualquier precio para proteger nuestra tierra”.

La autodefensa es una tarea importante

Gulistan Mihemed Selac, quien vive en el pueblo de Maşûqa, ha explicado la importancia de apoyar a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF): “La mejor manera de proteger nuestra tierra es apoyar a las SDF porque son las garantes de paz y seguridad en la región. Garantizan la seguridad de la vida y la propiedad”.

Ibrahim Mihemed Hisên, quien vive en el pueblo de Dêrûna Qulinga, a 600 metros de la frontera turca, ha dicho: “Los ataques del Estado turco no son nuevos. Turquía lleva años atacando a los civiles. Turquía quiere que abandonemos estas tierras”.

Hisên ha añadido que hay que tener cuidado con la política del Estado turco: “Debemos apoyar a las YPG y las YPJ. Si no reforzamos la autodefensa, no podremos desbaratar los planes del enemigo”.