UNICEF, que suministra agua potable a cientos de miles de refugiados de Afrin en Shehba, ha decidido recientemente reducir la cantidad de agua suministrada. Por un lado, los refugiados, que se vieron obligados a abandonar Afrin en marzo de 2018, tras la invasión de Turquía, tienen que resistir el embargo del gobierno de Damasco. Por otro lado, se oponen a los continuos ataques llevados a cabo por el Estado turco. La decisión de reducir el suministro de agua tomada por UNICEF fue recibida con consternación por los refugiados.
Mihemed Elo, uno de los administradores del municipio popular de Afrin, dijo a ANHA que la decisión de UNICEF ha duplicado las dificultades experimentadas por los refugiados después de la estación seca del verano, y que el municipio está tratando de minimizar los problemas experimentados por la gente llevando agua con camiones cisterna. Señalando las dificultades para la extracción de agua subterránea, Elo dijo que, debido al embargo del gobierno de Damasco, no podían obtener gasóleo para hacer funcionar las bombas.
Invitando a UNICEF a revisar su decisión, Elo declaró que miles de refugiados tienen una gran necesidad de agua.
Las mujeres que se alojan en el campamento de Serdem también criticaron a UNICEF, destacando que las temperaturas han alcanzado niveles récord este año, lo que ha aumentado la necesidad de agua. Los refugiados subrayaron que no dejarán de resistir hasta que regresen a Afrin.