El 29 de agosto, siete guerrilleros y guerrilleras fueron emboscados por las fuerzas especiales del KDP en la región sureña kurda de Xelîfan. Cinco murieron, mientras que dos sobrevivieron. Haki Zîlan, uno de los supervivientes del ataque, informó que las fuerzas especiales del KDP acribillaron a balazos los cuerpos para matar a los supervivientes. Esto califica la emboscada como una ejecución extrajudicial y, por tanto, un crimen de guerra. Aunque han pasado tres meses desde el ataque, el KDP no está entregando los cuerpos de los y las combatientes a sus familiares.
Desde el 5 de octubre, sus familias han celebrado una vigilia en el cruce de Sêmalka en la frontera de Rojava con Kurdistán del Sur. Exigen los restos de la comandante de YJA-Star, Nesrin Temir, y del combatiente de las HPG, Yusif Ibrahim, ambos de Rojava. La acción cuenta con el apoyo del Consejo de las Familias de los Mártires de la región de Cizîrê. Las delegaciones de madres intentaron repetidamente llegar a Kurdistán del Sur para expresar su protesta; sin embargo, las tropas fronterizas del KDP les impidieron cruzar la frontera.
Las visitas solidarias a las familias en el cruce fronterizo de Sêmalka continuaron el día 58 de la protesta. Miembros de la administración del barrio PYD (Partido de la Unión Democrática) Qamishlo Xerbi se han hecho cargo de la vigilia hoy.
Hablando aquí, el administrador del barrio PYD Xerbi, Kamûran Levend, afirmó que su acción continuará hasta que el KDP devuelva los cuerpos. “No terminaremos nuestra vigilia hasta que obtengamos los cuerpos, aunque nos lleve años”, enfatizó.
Condenando la traición del KDP a la lucha por la libertad del pueblo kurdo, Levend pidió a las y los kurdos que intensificaran la lucha contra la traición del KDP.