El 18 de enero, un dron de combate turco bombardeó un coche cerca de la estación de Arî, en la carretera entre Qamishlo y Derik.

Hisên Hesam, de la aldea Kihêna Dirêj de la región de Koçerat, en Dêrik, resultó herido en la cabeza a consecuencia del ataque y fue hospitalizado en Derik.

Al parecer, el hombre ha perdido la vida esta mañana en el hospital.

Ehmed Ebdulxanî Salim, de 12 años, que resultó gravemente herido en el mismo ataque, también sucumbió a sus heridas el viernes por la noche.

La agresión del miércoles es el séptimo ataque con drones conocido de Turquía en la región autónoma del norte y este de Siria en lo que va de año. Imágenes de ANHA muestran el momento del ataque.

El 3 de enero, el representante del MLKP en Rojava, Zeki Gürbüz, y el combatiente Özgür Namoğlu fueron asesinados por un dron turco en Heseke. El mismo día, una mujer sucumbió a las graves heridas que le causó un ataque con dron contra una granja de pollos en Tirbespiye en Nochebuena. En Ain Issa, un niño de diez años resultó herido por un dron turco hace una semana. El domingo se produjo un ataque con dron en un pueblo cercano a Amude, y hace una semana un coche fue bombardeado en la carretera entre Qamishlo y Heseke.

Según las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Turquía ha llevado a cabo 120 ataques con drones y 43 ataques aéreos con aviones de combate contra el norte y el este de Siria en el último año.

Turquía intenta matar principalmente a personas importantes para la estabilidad en las zonas de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES); personal de la administración autónoma, miembros de estructuras militares, políticos. Sin embargo, la población civil también es blanco de sus ataques una y otra vez.