En la ciudad de Girê Spî (Tal Abyad) en el norte de Siria, que ha sido ocupada desde octubre de 2019 por Turquía y sus aliados yihadistas, con la aprobación de facto de los EE. UU., Rusia y la Unión Europea, se están implementando medidas similares a los establecidos antes en Raqqa con las reglas del ISIS. En muchos lugares, a las mujeres ya no se les permite salir de sus casas sin cubrirse el cuerpo completo y sin compañía masculina. En las zonas de asentamiento vecinas, como la ciudad de Siluk y la aldea de Hemam al-Turkmen, también se está obligando a cumplir el uso del velo.

Girê Spî y las áreas circundantes están controladas en gran medida por la milicia yihadista respaldada por Turquía Ahrar al-Sharqiya, el grupo mercenario que ejecutó a la política kurda y secretaria general del Partido Futuro Sirio (Hizbul Suri Mustakbel), Hevrîn Xelef (Havrin Khalaf), y su chofer.

El escenario es ideal para propagar al ISIS

Las casas de los kurdos expulsados ​​de Girê Spî ahora están siendo ocupadas por el ejército de ocupación y miembros de yihadistas de las bandas mercenarias, que fueron traídas a la ciudad desde otras regiones de la zona de ocupación turca en el norte de Siria. Mientras tanto, todos los negocios kurdos han sido expropiados sin excepción. La situación no es diferente para los desplazados internos sirios. Sus negocios ahora también han sido confiscados.

La situación para los jóvenes también es crítica. La llamada "policía militar" bajo el mando del ejército turco, quiere aumentar sus filas y está atrayendo dinero. Debido a la falta de perspectivas bajo la ocupación, las organizaciones de derechos humanos temen que las milicias recluten hombres jóvenes porque no ven otra opción para su supervivencia.

La gente ya no puede pagar alimentos básicos

Debido al saqueo y la destrucción de la infraestructura durante la invasión turca, todavía hay muchos problemas en el suministro de bienes básicos como agua, pan y alimentos en Girê Spî. Los precios han aumentado fuertemente. Muchas personas ya no pueden pagar los alimentos básicos. Además, los secuestros de las fuerzas de ocupación para pedir dinero por el rescate están aumentando. Este método representa una fuente lucrativa de ingresos.