La estación de Alouk en Hesekê, en el Norte y el Este de Siria, suministra agua potable a unos 460.000 civiles. Sin embargo, desde el 20 de julio la estación está inoperativa.

El Centro de Información de Rojava (RIC) ha informado de que esta es la 27ª vez que el suministro de agua se ha detenido desde octubre de 2019. UNICEF ha detallado previamente las consecuencias humanitarias de estas interrupciones en el flujo de agua de Alouk.

La estación de Alouk se encuentra dentro del territorio controlado por Turquía. La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) negoció el acceso a través de un acuerdo mediado por Rusia en 2019. Según el acuerdo, la AANES ha de suministrar a los territorios ocupados electricidad desde su central eléctrica de Darbasiyah, a cambio del agua de Alouk.

Sin embargo, Turquía ha violado repetidamente el acuerdo, interrumpiendo el flujo desde la estación de agua en repetidas ocasiones. El Consejo de la región de Hesekê reafirmó el jueves su compromiso de suministrar electricidad a Serekaniye a cambio de que las bombas de agua de Alouk se mantengan en funcionamiento.

Hesekê se enfrenta a una escasez crónica de agua debido al control que ejerce Turquía sobre esta estación de agua.