El olivo es una de las fuentes de vida más importantes en Afrin y representa el 30 por ciento de la producción total en Siria. La aceituna de la región también es conocida por su alta calidad.
Según los datos proporcionados por la Organización de Derechos Humanos Siria-Afrin, había 18 millones de olivos con alrededor de 50 mil toneladas de rendimiento. Debido a las políticas brutales del estado turco basadas en el saqueo de los espacios habitables y en el objetivo de la humanidad, la productividad se ha reducido drásticamente. El ejército turco y sus grupos mercenarios han quemado cerca de 400 mil árboles, talado más de 17 mil y arrancado de raíz 20 mil desde que invadieron la región en violación del derecho internacional.
Los ocupantes obligaron a los terratenientes a vender sus campos a precios inferiores al valor de mercado y comenzaron a extorsionar a la población local con el pretexto de cobrar impuestos. Esta situación llevó a los agricultores a abandonar sus árboles desesperados.
Seid Hebeş, un agricultor local que se vio obligado a migrar a Aleppo debido a la invasión de Afrin, habló con ANHA y declaró: “Los grupos de mercenarios chantajean a los cultivadores de aceitunas, tanto los que se quedaron en Afrin como los que emigraron a otras regiones. Cortan y venden árboles a precios inferiores a su valor. Los invasores no prestan atención a los valores morales y al trabajo de los agricultores. Esto es realmente agonizante".
Al afirmar que añoran los viejos tiempos antes de la invasión turca, otro ciudadano llamado Narin Hemdo informó sobre las duras condiciones que experimentan los productores de aceitunas debido a la tiranía de las bandas. Habló de un aumento en el precio de la aceituna ya que extorsionan a la población local que quiere sacar las aceitunas del cantón. Agregó que la gente de Afrin ya no tiene aceite de oliva en sus cocinas.
El estado turco abrió un cruce desde el distrito de Jindires y pasó de contrabando aceite de oliva a Turquía, etiquetándolos como "Hecho en Turquía" para comercializarlos en el mercado mundial como productos turcos. Este es uno de los mayores crímenes cometidos por el estado turco contra el pueblo de Afrin.
El co-presidente de la Asociación de Abogados de Alepo, Mihemed Emin, definió la usurpación de aceitunas Afrin como una violación de la ley: “Los involucrados en robos y saqueos deben rendir cuentas ante las leyes sirias e internacionales. Estos criminales deben ser condenados por crímenes de guerra de acuerdo con las leyes”.
El abogado Mihemed Emin señaló que tales prácticas, que dañan la propiedad pública y personal y afectan negativamente las condiciones económicas y agrícolas de un país, están definidas como inaceptables por todas las organizaciones internacionales.
Al indicar los intereses dañados de Siria, especialmente en la región de Afrin, Mihemed Emin pidió a las organizaciones internacionales que intervengan y detengan los crímenes cometidos por el estado turco.