Tras el ataque a la "Casa de Öcalan" en Kobanê, la indignación y la ira se extienden por el norte y el este de Siria. "No es el primer acto de agresión contra lugares a los que nuestra sociedad concede un valor especial. Y probablemente no será el último", dijo el político del PYD Ehmed Şexo en un acto en el pueblo de Elpelûre. "Los ataques a otras regiones de las zonas autónomas también continúan. Las potencias garantes, Rusia y Estados Unidos, siguen ignorando las violaciones del acuerdo de alto el fuego por parte de Turquía."
La casa de Öcalan en Elpelûre había sido bombardeada y dañada por un dron de combate turco el viernes por la noche. El edificio, donde el líder kurdo Abdullah Öcalan se alojó durante un tiempo en 1979, está desocupado y sirve como lugar de encuentro para la población. Desde 2016, los habitantes de Kobanê celebran tradicionalmente el cumpleaños de Öcalan en Elpelûre.
"Este incidente se suma a una cadena de ataques a los valores de nuestra sociedad y afecta a las posibilidades de resolver la cuestión kurda", dijo Şexo. Dijo que esto se refiere a las agresiones de Turquía y de los yihadistas aliados del miembro de la OTAN contra las tumbas, los cementerios de los mártires y los lugares históricos en el norte de Siria, así como a los ataques actualmente en curso. "Continúan los bombardeos de zonas en Ain Issa, Shehba o Til Temir. Como PYD, despreciamos estos ataques. Nuestra desaprobación se dirige a la comunidad internacional por mantener su silencio."