Guerra especial y psicológica: Nuestros deberes y responsabilidades frente a ello

La Comuna Internacional de Rojava publico el fanzine Guerra Especial y Psicologica cuyo texto fue escrito por la Academia de Ciencias Sociales Abdullah Öcalan, Norte y Este de Siria. A continuación el texto completo:

Guerra especial y psicológica: Nuestros deberes y responsabilidades frente a ello

Nuestros deberes y responsabilidades contra la forma de guerra especial y psicológica a lo largo de la historia, las guerras no solo se han librado con armas. La motivación para ganar siempre ha sido un factor dominante. Por esta razón, todos los medios y métodos posibles se han intentado para romper o debilitar la voluntad de lucha del oponente. Ganar una guerra sin luchar requiere un enfoque estratégico y experto. Sabemos por la historia cómo los ejércitos han sido derrotados creando una sensación de miedo y temor. En los últimos tiempos, ISIS ha llevado a cabo una rápida campaña utilizando métodos similares. Sin embargo, una vez que la resistencia militar y social en Rojava se movilizó activa y organizadamente, esta percepción comenzó a romperse, y desde ese momento, todas las fuerzas comenzaron a luchar contra ISIS.

La guerra psicológica es un tipo de guerra que se dirige a las emociones, la psique, y, como su nombre sugiere, la psicología humana. Este tipo de guerra es a menudo subestimada. Sin embargo, en la guerra moderna, la lucha armada constituye sólo alrededor del veinte por ciento del conflicto. La guerra psicológica, por otro lado, opera veinticuatro horas al día, casi cada segundo de la guerra, centrándose en el asalto psicológico. A diferencia de los conflictos armados, donde se pasa mucho tiempo retirándose, descansando, preparándose o planeando estrategias, la guerra psicológica opera incesante e implacablemente. Ya sea en tiempo de guerra o en tiempo de paz, los sistemas de vida que se forman se basan en una guerra especial y psicológica. Por lo tanto, aquellos que pretenden establecer una nueva forma de vida y las propias personas tienen responsabilidades significativas en términos de organización y deber.

Debido al impacto agotador, disperso y desmoralizador de la guerra psicológica, aquellos que dicen luchar por una vida libre deben centrarse en gran medida en la organización, la propaganda y los esfuerzos de agitación. La creencia de la gente en su causa, valores, objetivos comunes y unidad compartida de pensamiento y espíritu aumenta las responsabilidades de aquellos que aspiran a la libertad.

La guerra contra la psicología de la sociedad

La guerra psicológica es uno de los tipos de guerra más despiadados. A pesar de su crueldad, su objetivo no es matar físicamente. Más bien, ataca el espíritu, la moral y el estado mental, con el objetivo de destruirlos. En consecuencia, la guerra psicológica busca capturar las mentes a través del miedo, tomando el control del comportamiento humano y social para dirigirlos en la dirección deseada. Por esta razón, se la conoce como el tipo de guerra más venenoso, insidioso y sucio. Esto requiere medidas extraordinarias para contrarrestarlo.

La guerra psicológica generalmente se basa en mentiras y afirmaciones sin fundamento. Muestra cosas que no existen como si existieran, crea la ilusión de estar justificado a pesar de estar equivocado, y retrata la debilidad como fuerza. Proyecta coraje donde no lo hay y manipula la conciencia para formar percepciones basadas en falsedades. Este tipo de guerra ataca los puntos más débiles de las sociedades y de los individuos. La historia ha demostrado que las sociedades con resistencia organizada y preparación han tenido éxito contra la guerra psicológica. Por el contrario, las sociedades desorganizadas y mal preparadas han sido a menudo víctimas de ella. El pánico y el desorden en tales sociedades son el resultado directo de la propaganda psicológica. Por ejemplo, el colapso del ejército sirio y su incapacidad para resistir frente a los ataques en Alepo y Damasco no se debió a una ofensiva militar, sino a un abrumador asalto psicológico. La falta de preparación y disciplina del régimen sirio, junto con la ausencia de ideales comunes, fueron las principales razones de esta desintegración.

En el mundo actual, donde las herramientas de comunicación masiva y los medios digitales desempeñan un papel importante, las dimensiones psicológicas y perceptivas de la guerra se han vuelto decisivas junto con el conflicto físico. Las estrategias de ganar sin luchar implican técnicas como crear percepciones, difundir desinformación y manipular las mentes para influir tanto en las masas como en las partes en conflicto. Este proceso no se limita a las fuerzas militares sino que afecta a las mentes de sociedades enteras, usando la guerra psicológica como una herramienta para ganar antes de que el conflicto físico comience. La desinformación en los medios de comunicación distorsiona la realidad o construye una nueva realidad, dirigiendo la opinión pública y debilitando la moral y la motivación del enemigo. En este sentido, la dimensión psicológica de la guerra a menudo puede ser más efectiva que la confrontación física. Esto demuestra que las guerras ya no se ganan únicamente con la fuerza física, sino también a través de la información y la gestión de la percepción. Las herramientas digitales han hecho más fácil que nunca dar forma a las percepciones sociales, desmoralizar a los opositores y obtener apoyo internacional. Las guerras ahora se ganan en la mente antes de que se peleen en el campo de batalla. Esta nueva cara de la guerra trasciende las definiciones tradicionales y se ha convertido en la piedra angular de las estrategias modernas.

La guerra especial de Turquía contra la revolución en el norte y el este de Siria
Para contrarrestar eficazmente las políticas anti-kurdas de Turquía, es necesario seguir con plena coordinación una estrategia que neutralice los argumentos del enemigo. La Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria representa un nuevo modelo donde los kurdos, árabes, siríacos y otros grupos étnicos y religiosos coexisten y gobiernan juntos. Es de gran importancia hacer visible esta realidad al mundo, exponer los planes siniestros de Turquía en la región y garantizar la transparencia.

La manipulación de Turquía del rico y diverso tejido social de Siria al alinearse con facciones yihadistas como ISIS y Al-Nusra ha sido falsamente retratada como una “revolución”. Esta narrativa, construida enteramente a través de la guerra especial y psicológica, no tiene conexión con la verdad o la realidad. En cambio, representa un período más oscuro que la Edad Media. Estos grupos, hostiles a la humanidad, la sociedad, la cultura, la ética, las mujeres, los sistemas de creencias, la libertad y la igualdad, han sido representados como figuras casi angelicales a través de intensos esfuerzos de propaganda. La guerra psicológica tiene como principal objetivo manipular la conciencia distorsionando la realidad, tratando de hacer que las entidades inhumanas parezcan apetecibles a través de medios superficiales.

El miedo se esconde de la verdad porque las mentiras tienen más miedo de la realidad. La primera chispa revolucionaria en estas tierras fue encendida en 2004 por los kurdos en Qamishlo. Si se habla de una revolución genuina, debe identificarse correctamente desde el principio. La información exacta conduce a perspectivas exactas, políticas exactas y una organización eficaz. Proporcionar información veraz es la mayor amenaza para las mentiras. Por lo tanto, la revolución iniciada en 2004 por los kurdos ha continuado, y en 2011, este espíritu revolucionario obligó al régimen Ba’ath a salir de Rojava. Junto con árabes, siríacos, armenios y turcomanos, la llama revolucionaria se extendió por toda la región, expulsando con éxito a ISIS, Al-Nusra y otras milicias respaldadas por Turquía del norte y el este de Siria.

¡Contra guerra psicológica!
Esta revolución ha dado lugar a un sistema único que garantiza la seguridad y la libertad de identidad, fe, cultura, mujeres y formas de vida. El pueblo del norte y el este de Siria ha saboreado los frutos de la libertad y se ha gobernado democráticamente durante 13 años. Sin embargo, los acontecimientos actuales amenazan con entregar Siria de nuevo a las fuerzas oscuras. Lejos de la desesperación, el pueblo del norte y el este de Siria debe aspirar a expandir la cultura democrática y libre que han cultivado, difundiendo este espíritu revolucionario en toda Siria.

Es fundamental reconocer que las acciones de Turquía, a través de grupos como HTS y SMO, tienen como objetivo destruir este logro revolucionario. Esto no representa una revolución sino una contrarrevolución, ya que su verdadero objetivo no es el régimen de Ba’ath sino la revolución democrática del norte y el este de Siria.

La responsabilidad recae en los kurdos, árabes, armenios, siríacos, circasianos, drusos, alevis, turcomanos y mujeres para unirse bajo una cultura democrática compartida y difundir esta visión en toda Siria. La guerra psicológica debe ser contrarrestada con la verdad, argumentos basados en hechos, y herramientas creíbles. Las mentiras pueden ser derrotadas por la verdad, y es esencial organizar a la sociedad para contrarrestar la desinformación.

En conclusión, cada ciudadano debe aprovechar los medios digitales y las herramientas de comunicación de manera efectiva para contrarrestar la guerra psicológica y propagar el mensaje de libertad. Este esfuerzo no requiere un coste significativo, sino simplemente una mejor organización y compromiso. Cada teléfono, cada dispositivo de comunicación y cada plataforma de medios sociales debe ser utilizado como una herramienta de resistencia. Mientras que aquellos que no pueden estar físicamente presentes en Rojava pueden carecer de armas, tienen herramientas poderosas a su disposición – herramientas que pueden ser manejadas en los hogares, calles y espacios públicos para combatir las mentiras del enemigo. Es hora de movilizar estas herramientas de manera amplia y eficaz.