Ekim Polat tiene 24 años y está gravemente enfermo. Está recluido en la prisión cerrada de tipo T de Denizli. El 10 de septiembre suspendió la huelga de hambre que había iniciado el 1 de agosto por el derecho a recibir un tratamiento adecuado, debido a problemas de salud como palpitaciones e hipertensión. El Ministerio de Justicia envió una petición a la prisión para que se tratara a Polat. Sin embargo, a pesar de la petición del ministerio, Polat no recibió su tratamiento.

Su madre, Songül Ilker, que inició una sentada frente a la prisión de Denizli para pedir que se atendieran las demandas de su hijo, también llevó su protesta a la sección de Estambul de la IHD.

Mientras continuaba la sentada en Estambul, Ilker habló con su hijo por teléfono y dijo que, a pesar de la petición enviada por el Ministerio de Justicia a la prisión para garantizar el tratamiento, en realidad no se le concedió. Ilker dijo: "Polat sólo fue llevado al Hospital Estatal de Denizli y al Hospital Universitario de Pamukkale y volvió a la cárcel sin tratamiento. No fue admitido en el hospital para recibir tratamiento".

Ilker dijo que lo que se hizo fue un intento de asesinato, y añadió: "A pesar de una petición del Ministerio de Justicia a la prisión, se sigue negando el derecho de mi hijo a recibir tratamiento. Se está dejando morir a mi hijo. Debería haber sido tratado antes, ahora puede ser demasiado tarde. El pueblo debe denunciar lo sucedido. No se debe dejar solos a los presos enfermos".

Añadiendo que su hijo fue amenazado por un guardia, Ilker dijo: "El guardia le dijo que sólo saldría muerto de la cárcel. Presentaré una denuncia penal contra este guardia".