El parlamento australiano ha allanado el camino para que un referéndum histórico sobre los derechos indígenas sea reconocido en la Constitución.
El proyecto de ley que permitió encarar el camino para un referéndum destinado a dar a las y los indígenas una "voz" en el parlamento fue aprobado 52-19. Esta normativa permite que el primer ministro laborista, Anthony Albanese, fije una fecha para un referéndum pronto destinado a revisar la Constitución. El gobierno tendrá la oportunidad de compensar siglos de injusticia contra el pueblo indígena.
La ministra Linda Burney, una ejecutiva indígena, declaró que el referéndum sería un punto de inflexión para el país. Además, aseguró a ABC que estaba "muy impresionada".
Si se aprueba el referéndum, las y los indígenas australianos que hayan vivido en el continente durante al menos 60.000 años serán reconocidos en la Constitución por primera vez y tendrán derecho a ser consultados por el gobierno cuando se introduzcan leyes que les afecten.
Anthony Albanese acogió con satisfacción la aprobación del proyecto de ley e indicó: “Se trata de quiénes somos como nación”.
El primer ministro laborista agregó: “Hoy, nuestro Senado dijo 'sí' a la celebración de un referéndum (...) Ahora, el pueblo australiano tendrá la oportunidad de decir 'sí' a la reconciliación y 'sí' al reconocimiento constitucional de los pueblos de las Primeras Naciones”.
Los partidarios del "Sí" quieren que unas 900.000 personas que se identifican como indígenas en Australia, que tiene una población de 25 millones, estén representadas en el Parlamento a través de un órgano consultivo.
Sin embargo, el proyecto de ley generó controversia cuando el líder de la oposición conservadora, Peter Dutton, afirmó que un voto por el Sí dividiría al país en líneas raciales.
No hay consenso sobre el proyecto entre los pueblos originarios. Según la senadora independiente Lidia Thorpe, una destacada activista indígena, el punto es simplemente crear un "cuerpo consultivo sin poder". Thorpe explicó hoy: "De eso se trata esto: de apaciguar la culpa de los blancos en este país".
Durante más de un siglo, las y los indígenas no han sido considerados ciudadanos de pleno derecho. Aunque ahora están protegidos por la ley, persisten profundas desigualdades entre ellos. Este grupo minoritario, los primeros habitantes de Australia, no pueden disfrutar plenamente de la atención médica y la educación en el país con menor esperanza de vida, salarios más bajos y tasas de encarcelamiento más altas.
Si bien las encuestas anteriores predijeron que la mayoría de los australianos votarían a favor de la llamada "Voz al Parlamento", las encuestas recientes muestran que el apoyo está disminuyendo a medida que el debate político se vuelve más intenso.
La activista por los derechos indígenas Pat Anderson ha pedido más "madurez" en el debate y pidió: “El pueblo australiano decidirá qué tipo de país somos, qué representamos, cuáles son nuestros valores. ¿Quiénes somos? Eso es lo que votaremos pronto".