Diputada Kunt: “Cada año, más de 4 millones de kurdos van a trabajar al oeste de Turquía”

Cada año, más de 4 millones de personas de las regiones kurdas van a las provincias del oeste de Turquía como temporeros durante unos seis meses al año.

La diputada del Partido de la Izquierda Verde, Dilan Kunt, ha denunciado el racismo y las indignas condiciones de vida que sufren los temporeros y ha pedido al Parlamento turco que adopte una normativa para resolver los problemas que padecen.

En su denuncia, Kunt se refirió a la muerte de Esmanur Solmaz, una niña de 4 años cuya familia fue de Urfa a Bursa para trabajar en el campo y que fue atropellada por un tractor mientras dormían cerca de él. Kunt dijo que no fue un accidente y que la niña murió porque los temporeros y las temporeras no tienen ninguna protección social. Kunt dijo también que el culpable de estas muertes es el Parlamento turco, porque no hace reglamentos ni leyes a favor de los trabajadores y las trabajadoras.

Al menos 4 millones de temporeros

Señalando que al menos cuatro millones de trabajadores y trabajadoras del Kurdistán viajan a ciudades occidentales de Turquía para trabajar y sufren diversos problemas, Kunt subrayó que carecen de derechos y garantías legales. Y añadió: "El gobierno del AKP nunca incluye en la agenda este problema que sufren los habitantes de la región, y los cargos electos hacen oídos sordos a los problemas de los temporeros y las temporeras, como hacen con todos los demás problemas. Por algo se dice que este gobierno es el gobierno de los ricos".

Discriminación y ataques racistas

Tras señalar que hay al menos un millón de niñas y niños trabajadores en todo el Kurdistán y Turquía, y que la mitad de ellos trabajan en la agricultura, Kunt llamó la atención sobre los ataques y prácticas discriminatorias y racistas contra los temporeros. Kunt continuó: "Además de sus condiciones de trabajo y de vida, cada año se producen ataques fascistas y racistas contra los temporeros y las temporeras, que han aumentado en los últimos años con el auge del nacionalismo y del discurso discriminatorio antikurdo. Trabajadores temporeros de Afyon, Sakarya, Ankara y Bartın, han sido víctimas de ataques racistas por hablar kurdo y ser kurdos. Resultaron gravemente heridos y no se llevó a cabo ninguna investigación efectiva contra los autores. La base de estos ataques es que el gobierno y los políticos difunden un discurso de odio contra los kurdos y las kurdas, y que estos trabajadores no son considerados ciudadanos iguales de este país."