"El ataque con drones a una ambulancia en el noreste de Siria constituye un crimen de guerra"

HRW pide a Ankara que investigue el ataque con drones contra una ambulancia de la Media Luna Roja kurda en el norte de Siria el 18 de enero y que haga rendir cuentas a los responsables.

ATAQUES TURCOS

Human Rights Watch (HRW) ha informado de que un ataque con drones llevado a cabo por la coalición Turquía-Ejército Nacional Sirio (SNA) el 18 de enero de 2025 contra una ambulancia de la Media Luna Roja kurda en el norte de Siria constituye un aparente crimen de guerra. Los testigos afirmaron que la ambulancia transportaba a un civil herido en un ataque con drones realizado ese mismo día contra manifestantes en la presa de Tishreen (Tishrin). Según fuentes verificadas por HRW, estos ataques mataron a seis civiles, incluido un conocido actor kurdo, y dejaron al menos 16 heridos.

Una cuenta afiliada al SNA publicó imágenes tomadas con un dron del ataque contra los manifestantes en la presa. Sin embargo, HRW no pudo verificar de forma independiente si los ataques fueron llevados a cabo por las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) o por combatientes del SNA.

Hiba Zayadin, investigadora principal de HRW para Oriente Medio y el Norte de África, destacó el papel de Turquía en el conflicto y afirmó: "El SNA y las fuerzas turcas han mostrado un patrón preocupante de ataques ilegales contra civiles e infraestructuras civiles, incluso celebrándolos. Turquía, como principal apoyo del SNA, debe poner freno a estos abusos o corre el riesgo de ser cómplice de sus crímenes".

Aumentan los ataques en la presa de Tishreen

La presa de Tishreen se ha convertido en un foco de enfrentamientos entre la coalición Turquía-SNA y las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) respaldadas por Estados Unidos desde diciembre de 2024. Los manifestantes se han reunido en el lugar para disuadir los ataques en medio de preocupaciones de que los bombardeos continuos puedan causar fallas estructurales. HRW informó que al menos cuatro ataques de la coalición Turquía-SNA en enero resultaron en 20 muertes de civiles y más de 120 heridos. Las SDF han advertido que la presa ha estado fuera de servicio desde el 10 de diciembre debido a los enfrentamientos, dejando a más de 413.000 personas en Manbij y Kobani sin agua ni electricidad. El Comité Internacional de la Cruz Roja ha advertido que más daños a la presa podrían tener consecuencias humanitarias catastróficas.

HRW: "La huelga de ambulancias viola el derecho internacional"

HRW destacó que la ambulancia estaba claramente marcada y era identificable desde el aire. Dos fotografías publicadas en las redes sociales el 18 de enero muestran la ambulancia dañada y detenida en medio de la carretera. Según el derecho internacional humanitario, las unidades médicas, incluidas las ambulancias, están protegidas de los ataques y no deben ser atacadas.

Un conductor de ambulancia de la Media Luna Roja kurda que sobrevivió al ataque indicó a HRW que se dirigía al lugar de la protesta en la presa de Tishreen cuando un vehículo civil lo detuvo y le pidió ayuda para una niña herida. "Tenía una herida abdominal causada por el ataque anterior. La trasladamos a la ambulancia, pero minutos después nos alcanzó un ataque con drones", contó. La explosión destrozó las ventanas de la ambulancia y forzó la apertura de las puertas. HRW concluyó que un ataque de ese tipo no puede considerarse un accidente y que probablemente constituya un crimen de guerra.

Violaciones de los derechos humanos por parte de la coalición Turquía-SNA

HRW ha documentado reiteradamente abusos sistemáticos de los derechos humanos en zonas controladas por la coalición Turquía-SNA. Según la organización, las facciones del SNA y las fuerzas turcas han cometido detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual, tortura, robo de tierras y extorsión. Además, los ataques con apoyo turco contra la infraestructura civil en zonas controladas por los kurdos han interrumpido gravemente el suministro de agua, electricidad y servicios esenciales para millones de personas.

En virtud del derecho internacional, las partes en un conflicto deben garantizar la protección de las personas heridas, el personal médico y la infraestructura civil. Incluso en zonas de combate, los ataques deben ser proporcionados y los servicios de emergencia deben tener acceso seguro para llevar a cabo operaciones humanitarias.

HRW ha pedido a la comunidad internacional que tome medidas contra los abusos de la coalición Turquía-SNA y exija responsabilidades. "Es poco probable que un atropello a una ambulancia que transporta a civiles heridos en una carretera abierta sea un accidente. Parece ser un crimen de guerra y los autores deben rendir cuentas", afirmó Zayadin.