La gente del noreste de Siria ha estado realizando una vigilia en la presa de Tishrin desde el 8 de enero para proteger su territorio junto a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) y las Unidades de Defensa de las Mujeres (YPJ) que se enfrentan a ataques cada vez mayores del ejército turco y sus aliados mercenarios del Ejército Nacional Sirio (SNA).

Las personas que viven en los cantones de Cizîrê, Raqqa, Tabqa y Éufrates participan por turnos en la vigilia, mientras el Estado turco y sus aliados continúan con sus incesantes ataques contra las y los manifestantes y la presa.

Mientras la vigilia continúa en su onceavo día, las personas que participaban en la acción siguen siendo blanco de los ataques turcos.

Tras un nuevo ataque aéreo hoy sábado, que causó víctimas, las personas que acudieron al lugar para rescatar a los heridos fueron blanco de un segundo ataque.

La Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria informó que cuatro ciudadanos murieron y otros 15 resultaron heridos en los ataques perpetrados hoy con vehículos aéreos no tripulados. Algunos de los heridos se encuentran en estado crítico.

En estos ataques una ambulancia que transportaba a civiles heridos al hospital de Tabqa también fue atacada por un vehículo aéreo no tripulado del Estado turco ocupante. No hay información aún sobre las consecuencias de este último ataque.

Esta es la octava vez que el Estado turco y sus mercenarios atacan a los civiles en la presa de Tishrin. Hasta el momento, los ataques han dejado decenas de civiles muertos y heridos.

En una declaración del jueves, las SDF pidieron una acción internacional contra los continuos crímenes turcos y los ataques mortales contra civiles en la presa de Tishrin.

Las SDF expresaron que responsabilizan directamente al estado de ocupación turco y a su presidente, Erdoğan, de cualquier consecuencia grave y catastrófica para la integridad estructural de la presa causada por los ataques aéreos que han infligido daños significativos a la presa. También responsabilizan plenamente al Estado turco por los crímenes de guerra que continúa cometiendo contra la población de la zona de la presa de Tishrin y otras regiones sin ninguna disuasión humanitaria o legal.