El caso de la masacre de Roboksi, defendido inadecuadamente por los abogados

Las familias de los 34 civiles asesinados cuestionan la gestión de su caso

El 28 de diciembre de 2011, aviones de guerra turcos bombardearon a un grupo de comerciantes, en la aldea de Roboski (Şirnak). Treinta y cuatro personas, muchas de ellos niños menores de 18 años, fueron asesinadas. Las familias y los supervivientes han estado exigiendo justicia desde entonces. Las autoridades turcas y el poder judicial han dado la espalda a las víctimas de la masacre y han emitido vergonzosos veredictos para evitar asumir la responsabilidad de la muerte de los 34 civiles.

Para aumentar aún más la indignación, la semana pasada la demanda al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (CEDH) fue rechazada por considerarse que no habían agotado todos los recursos legales nacionales.

Se sacrificó el proceso legal nacional por las ineficientes e irresponsables acciones de los políticos y abogados.

El expediente fue mandado por la familia, los políticos y los abogados ante el Tribunal Constitucional (AYM), que emitió un fallo negativo actuando negligentemente.

Los injustificados retrasos a la hora de requerir documentos adicionales a los abogados, sumado a la clara actitud hostil de las instituciones legales en el país, han llevado a la resolución del TEDH.

Las familias Roboski han dicho en un comunicado que solo se han encontrado con "obstáculos y hostilidad en cada uno de los pasos legales". De forma más concreta, señalaron la actitud no colaborativa de la Asociación de Abogados de Şırnak.

Hasta ahora, la Asociación de Abogados de Şırnak no ha hecho ningún comentario al respecto, mientras que el Colegio de Abogados de Diyarbakır decidió hacer una declaración alegando que la gestión del caso plantea interrogantes y muestra muchas deficiencias.

El Colegio de Abogados de Diyarbakır condenó la posición del Tribunal Constitucional y el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos e indicó que se había actuado con irresponsabilidad.

Las familias, por otro lado, dicen estar esperando a que el Colegio de Abogados de Şırnak diga algo sobre la forma en la que dirigieron el caso.