Mazlum Dağ y Abdurrahman Er (también conocido como Muhammed Beşiksiz) están acusados de disparar al vicecónsul turco y oficial de inteligencia Osman Köse y a otras dos personas, Neriman Osman y Beşdar Ramazan, en un restaurante de lujo en Hewlêr (Erbil), la capital de la región autónoma del Kurdistán del Sur, el 17 de julio de 2019.

En febrero de 2020, fueron condenados a muerte por el 2º Tribunal Penal de Hewlêr en un juicio armando  bajo  la presión de Turquía. Inmediatamente después del juicio, los dos activistas incluso fueron colocados en una celda de prisión de yihadistas de ISIS. El 22 de septiembre de 2020, las condenas a muerte fueron confirmadas por el Tribunal de Casación.

En una conversación telefónica con su familia el 14 de mayo, Mazlum Dağ habló sobre las torturas que sufrieron en prisión.

Según la Agencia Mezopotamya (MA), Mazlum Dağ declaró que sufrieron tortura física a manos de las fuerzas del KDP en prisión, comentando que: "Estamos sujetos a registros arbitrarios, violencia física e insultos. Nos obligaron a usar uniformes hace unas semanas, lo cual rechazamos. Nos han dicho que nos privarían de nuestro derecho a llamar por teléfono y a la enfermería, y que nos colocarían en celdas individuales".

La familia de Dağ declaró que no podían ponerse en contacto con su hijo después del 14 de mayo, lo que suscitaba preocupación por su vida.