La huelga de hambre alterna indefinida de 10 días iniciada el 4 de octubre por los presos contra las violaciones de derechos y las graves condiciones de aislamiento en la prisión de alta seguridad de Ereğli en Konya continúa desde el 16 de noviembre sin alternancia.
La situación de los presos en huelga de hambre empeora, pero a los familiares que pidieron hablar con el director de la prisión les dijeron simplemente que se encontraba de vacaciones.
La madre del preso Mehmet Can Yiger, que llamó a la administración de la cárcel para conocer el estado de su hijo, declaró: “Cuando fuimos a visitar a mi hijo a la cárcel, su situación y la de sus amigos no era buena. Los presos que hicieron la primera huelga de hambre estaban muy débiles. No paraban de decir que se les había olvidado algo mientras hablaban con nosotros. Creo que han empezado a perder la memoria. Su estado es cada vez peor”.
Y agregó: “Queríamos hablar con el director de la prisión y con el fiscal cuando salimos de la visita. Los funcionarios nos dijeron que estaban reunidos y que debíamos abandonar el recinto lo antes posible. Nos echaron de allí. Llevamos toda la semana llamando para reunirnos con el director de la prisión, pero siguen evitándonos. Llamamos el día que nos indicaron, pero nos dijeron que el director estaba de vacaciones. Ahora no sabemos qué hacer. La situación de nuestros hijos es mala y empeora, pero la prisión no responde a las demandas de los detenidos ni de sus familias, poniendo excusas constantemente”.
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