Las condiciones en las cárceles turcas se han deteriorado rápidamente, sobre todo en los últimos años bajo el gobierno del AKP-MHP. Comenzando con el aislamiento del líder popular kurdo Abdullah Öcalan en la isla-prisión de Imrali, un concepto diferente de represión, terror psicológico y tortura física se extendió a todas las prisiones de Turquía y el Kurdistán turco (Kurdistán “Norte” o “Bakur”). Esto quedó especialmente claro tras la reforma penitenciaria impulsada por el régimen del AKP-MHP en marzo de 2020. Los presos y las presas políticos se ven especialmente afectados por esta ley, ya que se pretende acabar con ellos por todos los medios.
Un año después de la reforma, se creó en las prisiones el Comité de Ejecución y Evaluación (IGK), que impide sistemáticamente la puesta en libertad de los presos y presas políticos, incluso después de que hayan cumplido sus condenas. Esto es debido a que la excarcelación pasa a ser arbitraria y depende de si los presos muestran "verdadero arrepentimiento" según las autoridades.
Ferit Orak es uno de estos presos. Debía salir en libertad el 16 de diciembre de 2022 tras cumplir 14 años de prisión. Sin embargo, la IGK impidió su puesta en libertad en dos ocasiones, hasta que finalmente fue liberado el 16 de junio. La agencia de noticias Mezopotamia entrevistó a Orak sobre las condiciones de detención.
Un año y medio más sin perspectivas de liberación
Orak afirmó que, sólo en los últimos años, más de 20 personas no han sido puestas en libertad en la prisión de tipo F de Bolu por culpa de la IGK. Sólo dos presos fueron puestos en libertad. Dijo: "La puesta en libertad de los presos se aplaza arbitrariamente de tres a seis meses. ¿Por qué no se libera a estas personas? Ni siquiera se les informa de los motivos. Cuando llega el día de la liberación, les tiran un papel por la puerta, eso es todo. Antes había justificaciones, pero ahora ni siquiera eso es necesario. En la prisión de Bolu, esto se ha convertido en otra forma de tortura para los presos, ya que la excarcelación se revoca simplemente al azar. Un ejemplo es el de Deniz Güzel, que ya lleva un año y medio más en prisión. Y por si fuera poco, se dictan sentencias por "resistirse al personal penitenciario", "no levantarse al pasar lista" o "no retirar la basura"."
Sólo saldrán de la cárcel en un ataúd.
Refiriéndose a la situación de los presos gravemente enfermos Muzaffer Alkış, Levent Cin y Cemal Tarhan, Orak dijo: "Alkış y Tarhan fueron llevados al Instituto Médico Forense de Estambul. Tienen entre 70 y 80 años y ya no pueden comer ni caminar de forma independiente. A pesar de todos sus problemas de salud, se certificó que podían permanecer en prisión. La última vez que vi a Cemal Tarhan caminaba por el pasillo apoyado por amigos. El poder judicial y la administración penitenciaria quieren matarlo en la cárcel. Los presos enfermos son camaradas que llevan más de 30 años en la cárcel. Se dice con toda franqueza que sólo saldrán de la cárcel en un ataúd".
Negación de tratamiento médico a los presos enfermos
Orak señaló que sólo en la prisión de Bolu habían muerto tres presos en el plazo de un año: "Mehmet Emin Çelebi tenía cáncer y cuando se estaba muriendo lo enviaron a Ankara. Murió dos o tres días después. Hay otros presos gravemente enfermos, como Hayati Kaytan y Civan Boltan.
A Boltan le falta un brazo y un ojo y no puede cubrir sus necesidades básicas por sí mismo. Cuando informamos de su situación, nos dijeron: 'Conocemos a Civan Boltan, sabemos lo que le pasó, no lo tratamos'. Hayati Kaytan tiene un tumor en la cabeza, le han operado varias veces y su vida corre peligro".
Condiciones deplorables
Señalando el sospechoso aumento de enfermedades infecciosas en prisión, Orak añadió: "El agua del grifo está turbia la mayor parte del tiempo. En la comida se pueden encontrar heces de animales, insectos y gusanos. Si preguntas por los medios de comunicación de la oposición, te dicen: 'Estáis en contra del Islam'. No hay más canales que A Haber, ATV, TRT, CNN Turk. Nos quitan los libros. Según las normas de la cárcel, no puedes tener más de tres libros. Las cartas y los libros en kurdo no se entregan durante meses, a veces durante años. Los libros que nos donan las librerías no se aceptan y nos dicen que los compremos con nuestro propio dinero".
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