Hura Nîkbext, encarcelada en la prisión de Evin en Teherán por el régimen iraní, ha inciado una huelga de hambre para protestar contra el silencio que rodea a las condenas a muerte.

En su declaración, Nîkbext ha afirmado que continuará su huelga de hambre a menos que se adopte una postura clara y firme contra las condenas a muerte.

Según datos de las Naciones Unidas, el régimen iraní ejecutó a mil detenidos kurdos e iraníes durante el último año. Además, se observa que las condenas a muerte de Warisha Muradi, Pakhshan Azizi y Sharifa Mohammadi podrían ejecutarse en cualquier momento.

La ONG Iran Human Rights (IHR) anunció el 7 de abril que el número de ejecuciones en Irán se duplicó con creces en el primer trimestre de 2025, en comparación con el mismo período del año anterior.

Según cifras recopiladas por IHR, con sede en Noruega, al menos 230 personas, incluidas ocho mujeres, fueron ejecutadas entre principios de enero y finales de marzo. En el primer trimestre de 2024, se registraron 110 ejecuciones.

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