Siguiendo la iniciativa Defendamos el Kurdistán, que llamó a los activistas a salir a la calle en el marco de los Días de Acción Global del 30 de noviembre al 3 de diciembre, se centró en presionar a los gobiernos e instituciones occidentales para que asuman su responsabilidad contra los crímenes de guerra de Turquía.
Cientos de personas se han movilizado en distintas partes del mundo para denunciar el uso de armas químicas por parte de Turquía, entre otras reivindicaciones.
En Alemania, el Partido Verde fue señalado con el apoyo del movimiento ecologista y de diversos grupos de solidaridad, que ocuparon sus sedes y llevaron a cabo diversas acciones creativas. En Italia, los bloqueos de las aerolíneas turcas, la ocupación de universidades así como las manifestaciones conjuntas de la comunidad kurda con el movimiento de solidaridad se han hecho oír desde el norte hasta el sur del país.
La red Serhildan ha tomado la iniciativa en diferentes territorios. También, junto con la comunidad kurda, han realizado grandes manifestaciones en el centro de París, han bloqueado el tráfico en Zúrich y han pintado murales en Lieja, entre otras acciones. En Inglaterra, Bristol y Londres han organizado piquetes, dirigidos a la empresa Boeing, fabricante de las bombas que cayeron en Rojava.
Las acciones se han extendido por toda Europa; Bulgaria, Grecia, el País Vasco, Cataluña, Escocia, País Valenciano y Austria también han apuntado a las embajadas turcas y han lanzado un mensaje de solidaridad. Más allá de Europa, han llegado mensajes de solidaridad desde Chiapas, Brasil, India, Kenia y Papúa Occidental.
Las jornadas mundiales de acción han expresado su apoyo al movimiento por la libertad del Kurdistán ante los bombardeos y la amenaza de invasión en Rojava, alzando la voz por la libertad de Reber Apo, dando apoyo a las revueltas en Rojhilat y a la gran resistencia de los guerrilleros en las montañas. La iniciativa Defendamos el Kurdistán llama a mantener la presión contra los ataques del Estado turco, a reforzar la solidaridad y a organizarse para dar una respuesta a los ataques imperialistas en el Kurdistán.